Ríos, arroyos y lagunas, barrancas, bosques, vegetación y cultivos, además de zonas urbanas y pueblos colmados de historia, recorren el territorio entrerriano captando los sentidos y contagiando de emociones, calma, calidez y ambiente familiar a quienes la visitan.
TELAM.- La provincia de Entre Ríos, mezcla de verde y azul en todos sus tonos y texturas, se posiciona cada día como un destino turístico nacional y regional donde confluye relajación y acción, naturaleza y tranquilidad, cultura y tradición.
Declarada por el Senado de la Nación como la «Capital Nacional de los Circuitos Termales», Entre Ríos posee como atractivo principal más de 125 piletas en 16 complejos termales de 13 localidades de todos los puntos cardinales de la provincia.
Federación, Villa Elisa, Colón, María Grande y Chajarí posicionan a las termas entrerrianas a nivel nacional con sus variedades de piletas, aguas, paisajes verdes y complejos de masajes, pero también ciudades como Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Concordia, San José, La Paz, Basavilbaso, Villaguay y Victoria cuentan con complejos termales.
simismo, en su escenario natural de múltiples paisajes cautivadores ofrece aventuras en sus campos; safaris y avistajes de flora y fauna, caza y pesca deportiva, ecoturismo, y recorridos históricos que cruzan dos siglos en una misma ciudad.
Para los apasionados de la caza deportiva, Entre Ríos es un punto estratégico donde se entremezclan parques nacionales y provinciales, reservas naturales y privadas, monumentos naturales, reservas de usos múltiples, y otras áreas habilitadas por la Dirección General de Recursos Naturales, Forestación y Economías Alternativas para esta actividad.
Se distinguen tres diferentes sectores: la zona de islas del Delta del Paraná y Uruguay, con ríos, arroyos, bañados y lagunas, y el pato y búfalo como piezas predilectas; la zona de montes entrerrianos, formaciones boscosas de la provincia, especialmente la Selva de Montiel, con especies como el ciervo axis y el jabalí; y la zona de praderas, que tienta a la captura de perdices, liebres, vizcachas, guasunchos.
En esos y otros diversos verdes que se despliegan por los campos y selvas entrerrianas se presentan como desafíos para quienes se animan a transitarlos bordeando arroyos, trepando barrancas o ascendiendo pendientes, ya sea practicando trekking, mountain-bike, excursiones en 4 x 4, travesías en kayak o cabalgatas.
El avistaje de las aves que abundan en la zona se convierte en otro atractivo de esos escenarios terrestres, principalmente en los parques nacionales El Palmar, cerca de la localidad de Ubajay, y el Pre- Delta en Diamante, así como también las reservas naturales, senderos, ambientes acuáticos y parajes inhóspitos de Entre Ríos se convierten en tentación para los cazadores de imágenes.
Según el Ministerio de Turismo de Entre Ríos, en los últimos años los «safaris fotográficos» son una de las actividades más optadas por el turista que visita la provincia, debido a los diversos cuadros paisajísticos constitutivos de la gran muestra escenográfica de Entre Ríos, que presentas escenas indescriptibles en palabras.
Por otra parte, campesinos de muchas estancias, campos, chacras o granjas ofrecen estadías prolongadas o jornadas de un día, con alojamiento, comida y labores rurales, espectáculos de destrezas gauchas, platos de la gastronomía criolla y autóctona, cabalgatas, trekking, travesías, pesca deportiva, paseos en sulky, excursiones y un paseo entre costumbres, sabores y aromas.
ntre Ríos goza de una gran cultura e historia, con personalidades que dejaron huella en la historia nacional como poetas, ilustres, periodistas, deportivas y políticos.
Además guarda en su tradición corrientes migratorias que aportaron a su cultura, sociedad y economía regional; mientras que en su patrimonio se destacan monumentos históricos nacionales, museos de diversas características; fiestas tradicionales; antiguas construcciones de distintos estilos arquitectónicos; áreas parquizadas; esculturas, murales; territorios donde se desarrollaran batallas.
Entre Ríos, ubicada entre Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes y la República Oriental del Uruguay, permite deleitarse en todos los sentidos; dejarse invadir por el verde fresco de la tierra; caminar senderos silenciosos de ruidos de metrópoli pero llenos de comunicación natural.