BUENOS AIRES (NA).- Miles de mujeres desafiaron ayer a la lluvia y colmaron la zona céntrica del Obelisco y Plaza de Mayo para alzar su voz contra la violencia de género y los femicidios, pocas horas después de realizar un masivo paro de una hora bajo el lema “Si mi vida no vale, que produzcan sin mí”.
Poco antes de las 17:00 grupos nutridos de mujeres, en su mayoría vestidas de negro, y con pancartas alusivas al NiUnaMenos, fueron ganando la calle a la altura de las avenidas 9 de Julio y Corrientes, y media hora más tarde comenzaron a avanzar por Avenida de Mayo y Diagonal Norte hacia la Plaza de Mayo.
Miles y miles de paraguas coparon a lo largo y a lo ancho esas dos arterias, mientras cientos de automovilistas quedaron atrapados en las calles que corren en paralelo a la 9 de Julio.
A los costados, refugiándose de la lluvia, decenas de vendedores ambulantes despachaban pines, banderas y remeras de #NiUnaMenos, y paraguas.
Familiares de víctimas de femicidios, mujeres golpeadas, grupos de amigas, madres con hijas, estudiantes secundarias y universitarias marcharon junto a trabajadoras nucleadas en sindicatos como las dos CTA y ATE Nacional, y militantes de organizaciones sociales y partidos políticos.
Entre ellos estaban parientes de Chiara Páez, la chica de 14 años asesinada por su novio en la ciudad santafesina de Rufino en mayo del año pasado que motivó la primera reacción nacional contra los femicidios que derivó en la primera marcha por #NiUnaMenos.
La movilización no fue exclusiva de mujeres, también se vieron cientos de hombres que no se amedrentaron por el viento y la lluvia.
A medida que avanzaban hacia la plaza, donde se montó un improvisado escenario, las manifestantes cantaban “Si no paran de matar qué quilombo se va a armar” y “Qué es lo que queremos, ni una menos” e imitaban el grito indio golpeando sus bocas con las palmas de sus manos.
En las paredes de los edificios hubo pegatinas con la imagen de Lucía Pérez, la adolescente que fue drogada, violada y murió empalada en Mar del Plata, que movilizó a esta nueva marcha.
Marcela Montes, una mujer de unos 30 años que llegó al Obelisco en tren y subte desde Lomas de Zamora, dijo a NA que “me sumé porque esto ya no da para más. A mí no me pasó pero sí tengo amigas que fueron golpeadas por sus parejas y viven con miedo. Esto se debe terminar”.
“La violencia machista no sólo se manifiesta en maridos o novios violentos, sino que se ve a diario en la televisión, en la calle, en todos lados. La sociedad tiene que asumir que esto es un verdadero flagelo”, dijo Norma Márquez, una docente de La Matanza.
“Yo tengo la misma edad que Lucía y no quiero ser la próxima víctima de un femicida”, expresó Agustina, quien estaba acompañada por un grupo de amigas.
La jornada de protesta había comenzado a las 13:00, bajo el lema “Si mi vida no vale, que produzcan sin mí”, con un “paro nacional de mujeres.
Marisel, empleada del del Ministerio de la Producción, salió a manifestar sobre la Diagonal Sur Julio Argentino Roca y, en dialogó con NA reclamó “leyes que nos protejan”.
Al son de matracas, pitos y bocinas, rodeada por otras jóvenes mujeres vestidas de negro, dijo: “Nos están matando”.
“Pedimos leyes que nos protejan y que por favor el Estado no cierre o se relaje en los centros de atención a la violencia familiar porque tenemos noticias que funcionan a media máquina”, indicó.
Mientras tanto, Sandra, empleado del Ministerio de Bienestar Social, explicó que “con esto vamos a dar visibilidad” a lo que sucede.
Lo mismo ocurrió en otras entidades oficiales como el Instituto de Censos y Estadísticas (INDEC) y la Legislatura porteña: “Queremos darle visibilidad a lo que está ocurriendo”, sostuvo Gabriela, una de las empleadas públicas a NA.
El paro también se sintió con fuerza en el ámbito privado y cientos de empleados subieron fotos a las redes sociales adhiriendo a la protesta, mientras que otros se sumaron a través de un “ruidazo” en distintos barrios porteños.
El paro y la marcha tuvo su correlato en otros puntos de la capital y en más de 50 ciudades del interior como Mendoza, Rosario, Córdoba y Santa Rosa.
En el centro de Mar del Plata, donde fue asesinada Lucía Pérez, la movilización fue muy importante: cientos de personas se concentraron frente a la Municipalidad de General Pueyrredón con carteles que exigían “Justicia” y “Basta de femicidios”.