De acuerdo a un informe emitido por el Ejecutivo Provincial, ambos sistemas de emergencia se prestan con escaso personal, infraestructura obsoleta y tecnología inadecuada. En esas condiciones, sólo el 107 recibe unas 3000 llamadas en Ushuaia.
USHUAIA.- El 27 de noviembre, el Ministro Jefe de Gabinete respondió a la Legislatura dos pedidos de información referidos al funcionamiento de las líneas de Emergencia 911 y 107 que dejan en evidencia que el sistema está saturado y requiere de una actualización urgente, tanto en el número de personal afectado, como en la calidad de la tecnología e infraestructura necesarios para cumplir con la gran demanda.

La respuesta a la Legislatura llegó 8 meses después de aprobadas las resoluciones 42/25 y 43/25 del 28 de marzo de 2025. A través de ellas, el Parlamento había pedido detalles sobre el funcionamiento de las líneas 911 y 107 para conocer si el 911 se encuentra limitado en su capacidad de atención en Ushuaia y si el 107 se encuentra operativo en ambas ciudades.
También pidieron saber si hay en curso una reestructuración del servicio de administración del sistema 911 y que informe en qué consiste y cómo afectaría al personal que presta el servicio.
Por otra parte, fueron más allá y pidieron conocer cuáles son las condiciones de infraestructura necesaria para el funcionamiento del sistema, la cantidad de recursos humanos disponibles y si hay pedidos de reubicación solicitados por agentes que prestan servicios en el 911, entre otros detalles.
El informe, que lleva la firma del responsable de Protección Civil Pedro Franco, revela que “el Sistema de Emergencias 911 y sus líneas rotativas presentan una limitación permanente en su capacidad de atención. Por lo cual, ante eventuales contingencias que pudieran afectar la disponibilidad del servicio (como interrupciones técnicas, saturación de líneas o fallas en la red telefónica) se activa el Plan de Contingencia Institucional, el cual contempla: La derivación automática o manual de los llamados hacia líneas alternativas de emergencia municipales, la habilitación de números telefónicos auxiliares, y la comunicación oficial a la comunidad mediante los canales institucionales correspondientes”, todo ello remarcando que “este plan garantiza la continuidad del servicio hasta la restitución total de la capacidad operativa del sistema”.
Respecto del funcionamiento de la línea 107 en ambas ciudades, se informa que la línea 107 se encuentra operativa tanto en la ciudad de Ushuaia come en la ciudad de Río Grande y que, en los casos en que se detectaran fallas, interrupciones temporales o limitaciones en la recepción de llamadas, el Plan de Contingencia dispone la derivación de las comunicaciones a otros números institucionales habilitados, lo cual se notifica mediante comunicados oficiales dirigidos a la población, garantizando así la continuidad de la atención prehospitalaria.
También se hizo saber a los legisladores que “este organismo no ha recibido informes técnicos formales emitidos por la empresa prestataria del servicio de telefonía respecto a fallas, interrupciones, cortes programados o inconvenientes vinculados con las líneas 911 y 107”.
Para finalizar, y respecto de la afectación de las líneas 911 y 107 y su impacto en líneas fijas de organismos de seguridad, se informa que cuando las líneas 911 o 107 presentan afectaciones operativas que puedan comprometer otras líneas fijas relacionadas con áreas de seguridad o comisarias, se activa el Plan de Contingencia, el cual establece la derivación inmediata de las llamadas hacia las Defensas Civiles Municipales, Ia coordinación directa con la Central de Emergencias mediante enlace radial, el aseguramiento de la continuidad del servicio y del despacho de recursos hasta el restablecimiento pleno del funcionamiento telefónico. Garantizando la adecuada e inmediata respuesta a la comunidad y la continuidad de los servicios esenciales.
El funcionamiento del Sistema Integral de Emergencias se encuentra regido por el Manual de Protocolo del Servicio de Emergencias 107, que establece los lineamientos operativos, criterios de despacho, derivación entre organismos y mecanismos de comunicación interinstitucional. Dicho manual constituye la guía principal para la atención de emergencias sanitarias, articulación en la recepción de llamadas y coordinación con las fuerzas de seguridad, Defensa Civil y bomberos.
Respecto de la aplicación del protocolo en Río Grande y Ushuaia se informa que, si bien el esquema estructural del protocolo es similar para ambas ciudades su aplicación operativa presenta diferencias:
• Río Grande: únicamente recibe llamadas asociadas al servicio sanitario (107), por lo que la operación se centra en emergencias médicas.
• Ushuaia: la central recibe llamados del 911, Policía, Bomberos de Policía, Bomberos Voluntarios y Protección Civil, lo que implica una mayor complejidad operativa y diversidad de requerimientos.
Por lo tanto, Ia aplicación del protocolo es común, pero su implementación difiere según la naturaleza y volumen de las llamadas, así como según la articulación interinstitucional requerida en cada localidad.
En tanto que se informa que el servicio de administración del Sistema Integral de Emergencias 911 a la fecha no se encuentra bajo ningún proceso de reestructuración alguno.
Respecto de la infraestructura disponible se hace mención de que “se encuentra obsoleta, limitada y con necesidad de actualización, afectando la capacidad operativa general del sistema, identificando requerimientos de renovación en salas de operación, cableado, equipamiento tecnológico y condiciones edilicias”.
En referencia a los equipos técnicos, “los mismos se encuentran con mantenimiento reducido debido a la falta de personal especializado. No obstante, el personal jerárquico realiza intervenciones de mantenimiento básico dentro de sus posibilidades técnicas con el objetivo de asegurar la continuidad operativa mínima del servicio”.
Respecto del recurso humano, el informe detalla que “la organización de turnos y situación salarial resulta insuficiente en ambas ciudades, lo cual indefectiblemente repercute en la cobertura de guardias y en la calidad del servicio.
En este sentido se detalla que Ushuaia cuenta con 8 agentes y 3 agentes jerárquicos y Río Grande cuenta con 9 agentes y 2 agentes jerárquicos, aclarando que existe “una próxima reducción de personal debido a licencias programadas, conflictos laborales y trámites administrativos en curso”.
El régimen laboral de los agentes para ambas ciudades es el siguiente: es por Jornada de 6 horas y Modalidad: Régimen 4×2 con Escala salarial: Escalafón Seco -Administración Pública Provincial y Adicional «Función específica -Comunicaciones» equivalente al 30% de la categoría 24 P.A.y.T.
En este punto, se informa que “ante la falta de personal, los agentes jerárquicos deben cubrir turnos operativos a fin de garantizar la continuidad mínima del servicio”.
“Al momento se corrobora la existencia de solicitudes de reubicación presentadas por agentes que prestan servicio en la Central, muchas de las cuales es imposible dar curso y se ven demoradas debido a la imposibilidad operativa de liberar personal sin afectar la prestación del servicio, dado el nivel crítico de dotación actual”.
Por otra parte, se informa que “actualmente los agentes no cuentan con asistencia psicológica ni acompañamiento profesional dispuesto por el área por no contar con un profesional de salud mental, siendo esta una tarea pendiente que esperamos poder completar en un futuro. En situaciones puntuales, el personal jerárquico brinda contención básica de manera informal, lo cual no reemplaza la intervención profesional requerida para este tipo de funciones de alto impacto emocional”.
Respecto de la demanda en los últimos 90 días se registraron la siguiente cantidad de llamados:
• Río Grande: desde el 26/11/2025 a la fecha se registraron 1.376 llamadas marcadas a la línea de emergencias 107.
• Ushuaia: durante el mes de septiembre se recibieron 3.137, en tanto que durante el mes de octubre fueron un total de 2.786 llamadas y en el mes de noviembre 2.620 llamadas a la central.
Se aclara, además, que “este sistema cuenta con una capacidad de atención variable y depende directamente del número de operadores presentes en el turno correspondiente” y que “una reducción del personal disponible repercute directamente en la cantidad de llamadas atendidas por minuto y en los tiempos de respuesta. De ahí la imposibilidad de autorizar reubicaciones por el momento”.
Para finalizar, se informa que el estado general del servicio “presenta falta de actualización tecnológica, infraestructura limitada y ausencia de inversión sostenida” y que, “a pesar de ello, el sistema continúa brindando atención gracias al esfuerzo operativo del personal y a la utilización de los recursos disponibles”.