La Anónima comenzó 2025 con un derrumbe en su nivel de rentabilidad

Las ganancias de la cadena de supermercados más importante del interior del país se desplomaron de $85.596 millones a $32.954 millones en un período de nueve meses, reflejando un cambio de hábitos en el consumo de la sociedad.

BUENOS AIRES.- La sociedad que preside Federico Braun sufrió una caída en sus ganancias de $52.642 millones, según se desprende del último cuadro de resultados presentado por la compañía para el período comprendido entre el 1 de julio de 2024 y el 31 de marzo pasado.

En ese lapso, sus ingresos netos ascendieron a algo más de los $18.000 millones, reflejando así una disminución del 3,93% respecto de igual período del ejercicio anterior, cuando había llegado a los $18.94.0 millones.

En el segmento de supermercados, cuyos ingresos representan en el período bajo análisis el 92,01% de la facturación total, S.A Importadora y Exportadora La Patagonia, grupo controlante de La Anónima, registró una disminución de las ventas del 3,99%.

De acuerdo al informe de la propia empresa, esta baja en las ventas se debe a la retracción del consumo y no fue superior gracias a las aperturas de las sucursales de Bella Vista en abril de 2024, San Benito en agosto de 2024 y de las de Fernández Oro y San Patricio del Chañar en noviembre del 2024.

El grupo también posee una subsidiaria que opera en el segmento de frigoríficos y cuyos ingresos representan el 7,44% del total de la compañía, ya que también registraron una disminución de las ventas del 8,16%.

Al mismo tiempo, en el sector de tarjetas de crédito, donde compite con la marca Tarjetas del Mar, tuvo un incremento de ingresos del 250,32% respecto del mismo período del año anterior.

Al analizar la performance global, el balance de la sociedad refleja una ganancia bruta de $513.269 millones, que representa el 28,21% de los ingresos netos, reflejando una disminución del 11,83% respecto de igual período del ejercicio anterior, en el que totalizaron $582.163 millones y que representaron el 30,74% de los ingresos netos registrados.

En cuanto a los gastos operativos, logró reducirlos un 26,9% al pasar de los $511.191 millones del año pasado a los actuales $475.105 millones.

Ya el año pasado, la sociedad controlante de La Anónima había mostrado una fuerte caída de su rentabilidad que, en aquel momento, se ubicó en los $160.947 millones contra los $204.796 millones del período anterior, causada por los mismos motivos que en la actualidad, como son la retracción del consumo y el menor poder adquisitivo que evidencian los salarios.

A partir de ese contexto, el directorio de La Anónima viene llevando a cabo una estrategia financiera orientada a cuidar la caja, pero reforzando sus planes de expansión mediante los cuales ya abrió siete nuevas sucursales, siempre en el interior.

«Dichas aperturas sumadas a las remodelaciones y ampliaciones efectuadas en otros supermercados, totalizan una inversión del orden de los $37.950 millones», detalla el paper de la sociedad, en el cual también se admite que se encuentran «atravesando tiempos difíciles, con impacto negativo en el consumo masivo y la consecuente caída en ventas».

Sin embargo, desde el punto de vista financiero, sus ejecutivos sostienen que la empresa se encuentra «en una situación privilegiada».

«Creemos contar con capacidad de adaptación a este cambio, la cual, sumada a la sólida relación que mantenemos con nuestros proveedores, nos ayudará a superar los desafíos que se nos presenten», detallan en La Anónima.

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