USHUAIA.- Desde diciembre, la empresa Juan Felipe Gancedo comenzó a realizar trabajos de movimiento de suelo sobre la ruta J entre las estancias Harberton y Almanza, en el denominado Tramo I de lo que será la ruta 30 que unirá Ushuaia con Bahía Sloggett en el marco del Programa de Desarrollo Costero Canal de Beagle.
Precisamente, la mayor parte del área donde trabajan las máquinas actualmente aún es propiedad privada, a pesar de la ley que declara de utilidad pública y sujetos de expropiación todos los inmuebles y demás bienes que resulten necesarios para la apertura y construcción de ese camino.
El Corredor del Beagle es un proyecto de obra comprendido en la licitación pública 11/17 que consiste en la apertura de traza, mejoramiento y construcción de obras básicas, calzada enripiada y obras de arte. Corresponde a la ejecución de obras viales en tres tramos que totalizan aproximadamente 130 kilómetros
Algunas reacciones
Con el avance de los trabajos y el desmonte que implican algunas obras se comenzaron a viralizar las quejas de dueños de estancias por donde pasará el camino, como también de ambientalistas que criticaron desde su inicio el proyecto y exigieron que el impacto en el bosque sea el menor posible.
Ami Goodall, una de las propietarias de la Estancia Harberton, publicó en Facebook fotografías de lo realizado por Gancedo para la construcción de un obrador en cercanías al establecimiento rural. “Siguen los estragos en el Corredor del Beagle”, indicó y acompañó con una fotografía que muestra la ubicación de las instalaciones, y señala en su publicación: “Este es el obrador que están haciendo en el límite entre Harberton y Moat para la ruta escénica. A la izquierda se ve el canal. La ruta actual en este trayecto va siguiendo la costa y hay una cantera. En vez de usar lo que ya está hicieron un camino hacia la montaña, en sentido perpendicular a la ruta y desmontaron un área de bosque enorme”.
Goodall recordó que “El bosque en esa zona está categorizado como Cat. II (amarillo): sectores en los que las actividades que se realicen deben garantizar la conservación del bosque. Podrán ser sometidos a los siguientes usos: aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica. A esto llaman sustentable?”.
Al mismo tiempo, la asociación Maneken’k también mostró su indignación con el desmonte en las redes sociales. “¿Esto es cuidar el bosque nativo? ¿Por qué nos mienten?”, se preguntan en un video que difundieron a través de ese medio.