Son 600 familias las que están a punto de ser desalojadas

Según datos a los que pudo acceder El Sureño, la ayuda social regular en Río Grande ya superó los 3.500 módulos alimentarios. Por otra parte, de junio a agosto, la ayuda social espontánea creció de 1500 a superar las 2500 familias asistidas. Existen hoy unas 600 familias a punto de ser desalojadas por no poder afrontar el pago del alquiler.

RIO GRANDE.- A pesar de que el gasto presupuestario para la asistencia social del Municipio de Río Grande se incrementó y hoy es el segundo en importancia sólo superado por la obra pública, la necesidad socioeconómica crece de manera alarmante.

En este marco, se destaca que, en los últimos tres meses, se sumaron 1000 familias las que solicitaron algún tipo de ayuda espontánea para pagar el alquiler, el gas, la electricidad y/o para poder comer. Estas familias, en el último trimestre, no aparecían en ningún padrón alimentario ni percibían subsidio alguno.

Es de considerar que el padrón alimentario regular supera las 3500 familias mensuales y, en contraste, en el mismo mes, pero de 2017, ese número rozaba los 2000.

Sobre este último punto cabe señalar que, en 2018, el módulo alimentario creció en cantidad y calidad de productos por unidad (contiene unos 12/13 kilos de alimentos secos o no perecederos) y, además, se le agregaron verduras y frutas como también pollo y pescado (3 kilos aproximadamente).

De espontáneos a regulares

Es alarmante lo que está sucediendo en los últimos meses respecto del crecimiento que registraron las asistencias espontáneas que, de junio a agosto de 2018, se incrementó en un número que ronda las 1000 familias lo que generó que, de las 1500 a las que se asistía, en el último trimestre el número se incrementó hasta superar las 2500 asistencias en agosto.

Según se explica, se las denomina “espontáneas” porque no están registradas en un padrón de asistencia regular sino que se los ayuda de manera intermitente.

Del total de las familias que piden asistencia espontánea, un 25% es para pagar alquileres. El resto, se distribuye en familias que no llegan a pagar la luz, el gas o bien no cubren su canasta básica de alimentos.

El común denominador de todas estas familias es que, por algún motivo, están viviendo por debajo la línea de pobreza, que, según datos del Indec son aquellos grupos familiares que no superan los 18 mil pesos mensuales.

Por otra parte se destaca que de las 2500 familias asistidas de manera espontánea por el Municipio de Río Grande, la mayoría está muy cerca de la línea de indigencia ya que, según el Indec, sus ingresos no superan los $7500 para el grupo familiar.

Cerca de la calle

Existen en Río Grande unas 600 familias que hace tiempo dejaron de pagar sus alquileres y están a punto de ser desalojadas. Sobre esto se destaca que la situación de muchos de los alquileres es muy precaria con casas que no cuentan con un mínimo de seguridad en ninguna de sus instalaciones. Las autoridades municipales ya elevaron los respectivos reclamos a la asociación de inquilinos.

Muchos responsables de estos grupos familiares, cobra sólo una porción de sus haberes mensuales y otros, hace meses que no logran cobrar su mensualidad lo que genera que, día a día, se sumen familias al listado de los asistidos de manera espontánea o bien pasan de esa condición, a ser asistidos regulares.

Están los que piden asistencia para poder afrontar el pago del gas, para que la empresa Camuzzi Gas del Sur no les quite el medidor.

Muchas familias que no piden asistencia aunque, ni siquiera, logran ganar lo suficiente como para llegar a cubrir la canasta básica de alimentos y, si se llegase a subir el precio de los alquileres o de cualquiera de los servicios, esas familias, se sumarán a las que piden asistencia a las autoridades.

La energía eléctrica

Es sabido que, desde la Cooperativa Eléctrica, se reclama incrementar la tarifa domiciliaria lo que impactaría de manera directa en las familias que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.

Ante esto, las autoridades municipales están evaluando dejar de asistir a las familias con el pago de esa energía al considerar que la Cooperativa Eléctrica debería contar con una tarifa social para casos de emergencias.

Las autoridades municipales sostienen que debe ser la misma Cooperativa Eléctrica la que se deba hacer cargo de esas situaciones. Las mismas autoridades reclaman que ni siquiera se hacen cargo de los electrodependientes situación a la que consideran de gravedad ya que están contemplados por ley.

Una Secretaría difícil

En diálogo con El Sureño, la secretaria de Promoción Social del Municipio de Río Grande, Analía Cubino, señaló que “la situación de miles de familias es alarmante” y se está pensando en el año venidero pero “es muy difícil armar un presupuesto en un marco de incertidumbre y donde los precios se incrementan de manera sostenida”.

“Nos preocupa saber que, a este ritmo, será difícil que muchas personas que son sostén de familias no tendrán ninguna posibilidad de mejora”, se lamentó.

En este contexto reveló que “lo más doloroso es la infancia ya que siempre es la más vulnerada porque afecta su desarrollo y, a la vez, me preocupa saber que esta noche me iré a dormir sabiendo que existe en mi ciudad un niño que no comió nada y que mañana tampoco tendrá para comer o bien comerán mal. El hambre es una de las cosas más urgentes. Eso me duele y me preocupa mucho”.

Finalmente señaló que “en Río Grande existen adultos mayores que están solos y que no piden ayuda aunque estén pasando situaciones extremas y es terrible saber que, por más que trabajemos mucho más de lo que lo hacemos, no alcanzará”.