Champomier compitió en Uruguay

RIO GRANDE.- En Punta del Este (Uruguay) se disputó hace 10 días la primer edición del Ironman 70.3, que entregaba plazas en todas las categorías para el Mundial de Ironman 70.3, a realizarse en marzo de 2016 en Mooloolaba, Queensland (Australia).

Allí estuvo presente el riograndense Fernando Champomier, quien desde hace varios años está radicado en Buenos Aires, donde desarrolla su tarea profesional, al tiempo que participa en pruebas combinadas, y cuenta con un grupo de personas a las que entrena.

Si bien la prueba era un Medio Ironman, las adversas condiciones climáticas la llevaron a tener un formato atípico, puesto que debió suspenderse la etapa inicial de natación (1.800 metros). Así, la competencia se redujo a los 90 kilómetros de ciclismo en ruta (sin drafting), y a un medio maratón (21,0975 kilómetros) de pedestrismo.

“Había entrenado mucho en el agua, y tuve una mejoría en estos meses, en la prueba que para mi es la más complicada, pero lamentablemente se tuvo que suspender. Así que arrancamos con la bici, que es mi fuerte. Un circuito durísimo, con dos subidas impresionantes, o sea, ¡me hice una fiesta! Cronometré 2:18:16 para 85,63 kilómetros (es lo que midió mi GPS, equivalente a 2:25 para los 90 km.), pero después perdí tiempo en la transición. Me apareció un neuroma de morton en el pie, y cuando hago atletismo me muero de dolor”, relató Champomier sobre la parte inaugural de la prueba.

“Salí a correr herido, por el esfuerzo que hice en la bici, pero decidido a que quería clasificar al Mundial, o abandonar. La primera vuelta de 7 kilómetros la hice a un ritmo de 4 minutos y 10 segundos (4:10), muy parejo y consistente. Los segundos 7 kilómetros los cerré a 4:15, parejo, sufriendo, a los empujones. Hasta ahí iba 2º en mi categoría (30/35 años), y aproximadamente 25º en la general, de esto recién me enteré al terminar, porque nos fueron largando de a uno, y yo salí 45′ minutos detrás del primero”, sentenció el deportista en combinadas.

Sin embargo, el último parcial fue un verdadero trauma: “a partir del kilómetro 14 fue una tortura. La pierna que tengo mal por la esclerosis múltiple se puso mala enserio, ja ja. No podía elevarla, la otra, con la que empujo, se me quería acalambrar. Iba a 4:45 para llegar al km. 16, después mejoré y corrí a 4:25, para intentar clasificar al Mundial. Al ratito me pasaron dos de mi categoría, y ahí me dije, “ahí va mi cupo”. Restaban 3 kilómetros, ya no podía seguirles el ritmo a los de mi categoría, donde finalmente quedé séptimo, y 36º en la general absoluta, con 1:31:38 a pie (4:20 de media), y un total de 3:52:01”.

Champomier terminó triste por los 2 minutos que lo dejaron fuera del Mundial, pero “increíblemente contento de lograr un top 50 en Ironman, y más feliz cuando vi que detrás mio, que corro en una pierna, entró un atleta Pro (Profesional, o de Elite)”.

“Ahora tengo otro desafío, como todos los meses, pelear con la gente del IPAUSS, que no me entrega a tiempo la medicación que necesito por mi enfermedad (esclerosis múltiple), algo crónico, a la que combato de le mejor forma, entrenando y participando en muchas pruebas a lo largo del año”.

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PESE A TODO. Fernando Champomier, en el Ironman 70.3 de Punta del Este (Foto: Larojaynegra).