Yutrovic minimizó críticas contra el régimen de promoción

Tras la propuesta de un economista para que Tierra del Fuego desarrolle software, dejando de lado la producción de electrónicos, la ministra de Industria, Carolina Yutrovic, minimizó las críticas contra el régimen de promoción industrial y el costo fiscal que representa para Nación, señalando que el artículo periodístico argumenta diversas “falsedades”.
RIO GRANDE.- La ministra de Industria provincial, Carolina Yutrovic, le restó importancia a un artículo periodístico publicado por el matutino El Cronista, donde un economista sugiere que Tierra del Fuego debería apostar al desarrollo de software y dejar de producir electrónicos.

El artículo, firmado por el economista Federico Muñoz, propone que Tierra del Fuego se convierta en un “Silicon Valley criollo” estimulando la radicación de empresas de software, en detrimento de las empresas electrónicas, a las que tilda de simples “ensambladoras”.

En diálogo con El Sureño, la ministra Yutrovic le restó trascendencia a las críticas de la columna de opinión, entendiendo que Muñoz “desconoce que ya iniciamos ese camino de estímulo al desarrollo de software”.

“Aún con dificultades, después de más de cuarenta años de vigencia de la Ley 19.640, iniciamos ese camino con el Centro de Desarrollo Tecnológico que funcionará en la Provincia, y que tiene acompañamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, donde uno de los objetivos propuestos es desarrollar el tema software”, remarcó.

En ese sentido, la funcionaria recordó que el CEN-TEC está respaldado además por la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y la Asociación de Fabricantes Argentinos de terminales Electrónicas (AFARTE), quienes sumarán fondos y recursos humanos al proyecto que ya cuenta con 20 millones de pesos destinados para su instalación en el Parque Industrial de Río Grande.

“Es falso además que no existan exigencias para la integración local”, refutó la ministra Yutrovic respecto a uno de los argumentos de la columna de opinión publicada en El Cronista, dando cuenta que “las renovaciones de procesos productivos han ido incorporando esas exigencias”.

“Para ejemplo de esto tenemos el caso de los teléfonos celulares, cuyo proceso productivo exige incluir baterías y cargadores hechos en el país, articulando de este modo con los potenciales proveedores nacionales sus capacidades actuales y a desarrollar en el corto, mediano y largo plazo”, señaló.

Yutrovic explicó que “por las escalas de producción local, ello tiene un impacto inicial en el costo del insumo y la industria se está haciendo cargo a fin de lograr el desarrollo de esos proveedores”.

“Si dejáramos de fabricar en Tierra del Fuego y todos esos productos fueran importados, quizás y sólo quizás, los pagaremos mucho más baratos y el Estado Nacional recaudará a través de los importadores parte de lo que dicen perder por Tierra del Fuego, pero a costa de la mano de obra, es decir, 16.357 trabajadores directos según datos de octubre de 2015, sin mencionar otro 25 por ciento de empleo indirecto que se genera en la Provincia”, detalló.

En ese sentido, Yutrovic sostuvo que “las empresas que comercialicen esos productos importados seguramente serían las mismas que dejarían de ser productoras para ser importadoras”.
Déficit fiscal

En relación al costo fiscal, uno de los puntos favoritos elegidos por quienes se oponen a la producción electrónica fueguina, el economista Federico Muñoz recuerda que “mientras en 2014 ese costo rondó los 17.500 millones de pesos (equivalente a 0,4% del PBI), este año las exenciones treparían a los 25.200 millones (0,5% del PIB)”.

Para la Ministra de Industria “hay una falacia permanente al momento de analizar el déficit fiscal o la potencial recaudación que deja de percibir el Estado Nacional por este régimen”, enfatizando que “si no hay actividad no hay recaudación, es decir, el potencial déficit o recaudación sería cero”.

“Por otra parte, cuando dicen que lo que dejan de recaudar sobre la actividad económica de Tierra del Fuego, no discriminan lo que es propio de las empresas amparadas bajo el subrégimen industrial y lo que es del resto de las actividades en general y de ciudadanos comunes que tampoco pagamos ganancias ni bienes personales, por ejemplo”, señaló.

Yutrovic planteó su rechazo a la opinión del economista tildando a la industria electrónica de simples “ensambladoras”, entendiendo que “el verdadero despropósito es que nos comparen con una maquila”.

“Las condiciones de contratación actuales en Tierra del Fuego, con las que no estoy para nada de acuerdo, son un paraíso al lado de las condiciones de precariedad que tienen en México u otros países de Centroamérica, que son vergonzosas. Si ése es el costo a pagar para tener electrónicos más baratos, me niego y prefiero seguir pagando el “costo argentino” y que mis compañeros tengan transporte, comedor, obra social, etc”.

Por último, la Ministra de Industria negó que “las necesidades geopolíticas de entonces hayan perdido vigencia”, otra de las críticas del artículo de opinión respecto a la Ley 19.640 y su aprobación en 1972.

“Por eso es fundamental seguir trabajando en alternativas para el desarrollo económico y social de la Provincia, para que cuando ese desarrollo se logre o esté encaminado, no resulte traumático pensar en una Tierra del Fuego sin promoción económica o industrial”, concluyó.

Carolina Yutrovic, ministra de Industria.
Carolina Yutrovic, ministra de Industria.