Trabajar en la irregularidad y sin cobrar

En la provincia son más de 20 los Acompañantes Terapéuticos (AT) quienes desde hace meses no cobran sus sueldos. El servicio que procuran se enmarca dentro de las prestaciones de salud que ofrece la obra social que brinda el Estado a las personas que no tienen cobertura social.

Acompañantes Terapéuticos, un trabajo fundamental para el área de Salud Mental; precarizado y mal pago.

RIO GRANDE.- Los Acompañantes Terapéuticos de Tierra del Fuego prestan un servicio que desde hace poco tiempo comenzó a incluirse dentro de las prácticas del área de la Salud Mental. En la provincia de Tierra del Fuego están enmarcados dentro de la ley provincial 1.036, aunque aún falta homologación como profesionales, de sus cargos. Además de estas irregularidades, desde hace meses muchos de ellos no están cobrando.
Entre otras tareas, el trabajo del AT tiene que ver con ayudar de forma personalizada a cada paciente; fomentando la inserción social de los mismos y su autonomía en las situaciones de la vida cotidiana: “Somos el nexo entre los médicos, la familia, las instituciones que forman parte del tratamiento de cada paciente”, explicó Diego Primavera, uno de los AT que actualmente no cobra desde hace dos meses.
“Hay gente que no habla porque tiene hasta miedo de perder el laburo por hacer el reclamo. Pero tengo un compañero al que le adeudan un sueldo cercano a 40 mil pesos, por más de seis meses”, dijo Diego.
Debido a que la ley no los considera profesionales, por no ser técnicos profesionales, hace más de cinco años que los Acompañantes Terapéuticos no tienen una actualización laboral. Actualmente un AT cobra menos de 300 pesos por hora: “Nosotros estamos cobrando 275 por hora. Y eso es posible porque hay un vacío legal según el cual, el Estado argumenta que no somos profesionales, entonces no nos pueden pagar como profesionales”, indicó Primavera.
Anteriormente, las capacitaciones se hacían mediante cursos avalados por el Ministerio de Educación. La ley establece además que los AT tienen un periodo de cuatro años para profesionalizarse y obtener una matrícula. Sin embargo, la demanda es tan alta que se hizo necesario que el Estado provincial les otorgue una matrícula provisoria: “Estamos en lo cotidiano. En el alimentarse, asearse, tomar la medicación correctamente, observar el efecto que una determinada medicación tiene. Somos como el puente entre el paciente y todo lo que tiene que ver con su salud para que, dentro de sus posibilidades, cada paciente tenga autonomía y se inserte en la sociedad aportando algo también”, indicó el AT.
Sofía Muñoz y Gisela Muñoz son ambas monotributistas. Las dos prestan servicios como cuidadoras domiciliarias a PROFE (Incluir Salud) del Hospital Regional Río Grande, desde noviembre del 2019: “Hasta la fecha no hemos recibido el pago correspondiente facturado por nuestro trabajo. Nos hemos comunicado telefónicamente todas las semanas con el área de prestaciones en Ushuaia, ya que ellos son los encargados de despachar los expedientes hacia el sector de tesorería para que acrediten los pagos. Al principio lo que argumentaban era que no había fondos debido a la transición del Gobierno, luego que estaban capacitando al personal con el nuevo sistema”, explicó Sofía.
A pesar de las promesas diarias del inminente pago de los haberes, los días, semanas y meses fueron llenándose de excusas y falsas esperanzas: “Una cumplió con el trabajo facturado; sumado a eso, tenemos gastos diarios y cuentas que debemos cancelar, empezando por mantener en regla el monotributo, alquileres que pagar y demás gastos”, remarcaron las AT.
Si bien algunos de los compañeros cobraron el mes de noviembre a fines de enero, la mayoría sigue esperando: “No pagan, y cuando lo hacen, no pagan como corresponde todo lo adeudado. Pagaron sólo un mes y a cuenta gota. Ya estamos cansadas de esperar y de reclamar algo que nos pertenece. Queremos que nos paguen todo junto y que no nos mientan, sabemos que ser monotributista es un trabajo precarizado, pero tenemos derecho a nuestro dinero porque la vida no espera, los gastos no esperan y sólo reclamamos nuestro sueldo, sólo queremos que nos den lo que nos pertenece”, finalizó la joven.