“Profesora Martha Amelia Piñero”

El Centro Municipal de Gimnasia Artística con nombre propio: “Profesora Martha Amelia Piñero”.

Se entregó además una placa de reconocimiento a la familia Lassalle.

RIO GRANDE.- En el marco de la primera fecha de la Liga Municipal de Gimnasia Artística, se llevó a cabo el pasado sábado el acto de imposición del nombre “Profesora Martha Amelia Piñero” al mencionado gimnasio.
La breve pero emotiva ceremonia tuvo lugar a última hora de la jornada y por un momento detuvo las pruebas finales previo a la entrega de premios, razón por la cual una gran cantidad de atletas y sus familias pudieron seguir atentamente ese instante.
Se hicieron presentes para eso el esposo de Marta, Oscar Lassalle, y sus hijos, Diego y Natalia, quienes estuvieron acompañados de la vicepresidente 1ra. del Concejo Deliberante y autora del proyecto, Prof. Verónica González, el secretario de Coordinación de Gabinete y Control de Gestión, Lic. Agustín Tita, y la secretaria de Promoción Social, Analía Cubino, quienes hicieron entrega a la familia de la placa que se colocará en el edificio.
Marta Amelia Piñero fue la primera docente profesora de Educación Física de Río Grande y de la Provincia, integrante de la primera promoción del Instituto de Profesorado de Educación Física de Viedma, Río Negro, desde donde vino a Río Grande a desempeñarse en varios establecimientos educativos. Aquí, entre otras muchas inquietudes y actividades, fue precursora de la gimnasia artística.
Visiblemente emocionado, el profesor Diego Lassalle, hijo de Marta y actual gerente ejecutivo de la Agencia Municipal de Deportes y Juventud, agradeció “a todos los miembros del Concejo Deliberante que hicieron, en la figura de mi mamá, un reconocimiento a las profesoras y profesores de Educación Física de la ciudad”.
“Como parte de la familia sé que mi madre se merecía este reconocimiento por todo lo que ella hizo y entregó a lo largo de su vida”, expresó Diego Lassalle para terminar diciendo que “el mejor reconocimiento lo vemos en las caras de quienes fueron sus alumnos y alumnas que hoy son jóvenes y adultos, vecinos nuestros de Río Grande. Ahí está el verdadero reconocimiento, en el corazón de ellos y de nosotros”.