Preparativos de la dotación del Irizar

La dotación del rompehielos ARA “Almirante Irizar” se adiestró en supervivencia en el mar y realizó la etapa práctica en el natatorio del edificio Libertad, junto con tripulaciones de otras unidades de superficie.

BUENOS AIRES (La Gaceta Marinera).- Integrantes de la dotación del rompehielos ARA “Almirante Irizar”, que participarán en la 120° Campaña Antártica de Verano (CAV) 2023/2024, finalizaron el curso de Abandono de Buque y Supervivencia en el Mar (ABS). Este curso se enmarca en el plan de instrucción y adiestramiento para el personal embarcado y fue dictado bajo la supervisión del Centro de Instrucción y Adiestramiento en Técnicas y Tácticas Navales (CITT).

En la pileta cubierta del Cuartel del Estado Mayor General de la Armada, en el edificio Libertad, durante cinco días se llevó a cabo la ejercitación a cargo del Suboficial Primero de Mar Claudio Fabián Ochoa, especialista en maniobras con experiencia en el manejo de embarcaciones de supervivencia a bordo.

El suboficial Ochoa fue el instructor práctico responsable de llevar adelante el curso en la zona Buenos Aires que incluyó, además de los integrantes de la dotación del rompehielos, a los de la fragata ARA “Libertad”, del Estado Mayor Conjunto, el Comando Conjunto Antártico, la Fuerza Aérea Argentina y la Prefectura Naval Argentina. Ejercitación que se replicó en diferentes fechas en las diversas zonas navales, a fin de facilitar la asistencia de las dotaciones de las unidades de superficie.

Aparte del instructor participaron de la capacitación buzos calificados para ayudar a los alumnos durante las clases prácticas y personal de sanidad.

Los cursantes, que habían recibido previamente una capacitación teórica en la que se interiorizaron en medidas esenciales al momento de embarcar y evacuar una unidad y la correcta utilización de los elementos de seguridad, continuaron con las prácticas en la pileta cubierta del edificio Libertad.

Allí complementaron lo aprendido en las aulas con diferentes ejercitaciones en el agua, pudiendo poner en práctica formaciones para mantenerse a flote con los chalecos en altamar y técnicas para desplazarse o subir heridos. También se evaluaron métodos de evacuación, saltos al agua y el trabajo con balsas salvavidas.

Se simularon, además, diferentes incidentes para evaluar la reacción, el liderazgo y la toma de decisiones, evidenciándose no sólo un muy alto nivel de compromiso sino también los beneficios del trabajo en equipo.

Los cursantes tuvieron que aplicar el procedimiento adecuado durante situaciones de abandono del buque o rescate de una persona caída al mar, emplear las medidas apropiadas para la supervivencia propia y la de los demás, y el uso correcto del equipo de supervivencia.

La etapa teórica

Durante las clases teóricas los alumnos estudiaron los equipos de seguridad a fin de identificar todos los elementos útiles que provee el buque ante la emergencia de un abandono; y el equipo individual de supervivencia compuesto, fundamentalmente, por el chaleco salvavidas que se provee a cada tripulante, familiarizándose con los procedimientos de uso, colocación y ajuste.

Asimismo, les enseñaron las diferentes técnicas de abandono del buque (zafarrancho de abandono) de modo tal que reconozcan las partes estructurales principales y la forma correcta de abordar las balsas salvavidas, y que logren identificar y utilizar los equipos y elementos de supervivencia que allí se encuentran.

Primeros auxilios en sanidad en combate, fue otro de los contenidos teóricos impartidos con el objeto de que conozcan y adquieran los conceptos y práctica para suministrar los primeros auxilios ante una emergencia y para su evacuación.

Por último, durante las clases vieron el equipo de supervivencia y los equipos de comunicaciones y radio baliza para las balsas.

La Campaña Antártica

El rompehielos operará durante 120 días en los que abastecerá de víveres, combustible y materiales a las trece bases antárticas, desplegará a los científicos y personal embarcado y trasladará las estructuras para la construcción de la nueva casa de la base Petrel, que volvió a ser base permanente luego de 50 años.

El periplo del Irizar está dividido en tres etapas que permitirán el aprovisionamiento y relevo de las dotaciones de todas las bases que Argentina mantiene operativas: siete permanentes (Esperanza, Marambio, San Martín, Orcadas, Carlini, Belgrano II y Petrel); y seis temporarias, es decir, activas únicamente durante el período estival (Matienzo, Brown, Decepción, Primavera, Cámara y Melchior).

Se emplearán además del ARA “Almirante Irízar” -el único buque con capacidades de rompehielos, investigación científica, tecnológica y logística de la región- y otras dos unidades navales: el transporte ARA “Canal Beagle” y el aviso ARA “Estrecho Bahía Agradable”. Entre los medios aéreos se cuenta con un avión de transporte Hércules C-130, dos helicópteros BELL 212 desplegados en Marambio de forma permanente y los dos nuevos helicópteros SEA-KING embarcados en el rompehielos. Además estarán disponibles a requerimiento un Boeing 737 y un Fokker F-28.

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