Tras el acuerdo alcanzado para el cupo travesti-trans en el ámbito de docentes universitarios en la UNTDF, los paritarios reflejaron sus opiniones. Esta será la primera experiencia en nuestro país, por ello, vanguardia del sindicalismo del sector y de una universidad pública.
USHUAIA.- La secretaria General de AFUDI, Andrea Ozamiz: “Fue un gran desafío crear una fórmula que posibilitará la aplicación de estos cupos de inclusión laboral, adecuándolos a nuestra carrera, es decir, la carrera docente universitaria. Uno de los principales obstáculos deriva de los altos requisitos y exigencias que establece, teniendo en consideración que las personas del colectivo travestis-trans han sufrido una larga historia de exclusión social, económica y cultural, excluidas del sistema educativo e incluso del ámbito familiar a temprana edad lo que trajo aparejada una enorme vulneración de sus derechos fundamentales, esto tuvo y a pesar de los avances innegables que hemos tenido, aún tiene terribles consecuencias; el cupo laboral travesti-trans resulta una norma de reparación histórica absolutamente necesaria, lograr su reglamentación para la docencia universitaria, es vanguardia en la historia del sindicalismo del sector”.
La coordinadora provincial de Red Diversa Positiva, Erika Noelí Moreno, estuvo presente en el acto paritario; ella expresó: “Estoy muy emocionada y agradecida a AFUDI, CONADU y la UNTDF por este logro tan importante para nuestro colectivo; nosotras aún no superamos los 35 años de vida y aun las que hemos logrado pasar la edad, somos sobrevivientes de ese sistema cruel y excluyente; luchamos por nuestros derechos y un mejor futuro para nuestres compañeres, esto es increíble, abre un mundo negado desde siempre para nosotras, aunque siempre hemos sido docentes sociales”.
Sobre esto, la integrante de la Comisión Ejecutiva de la Comunidad Homosexual Argentina, CHA, Alejandra Portatadino, sostuvo: “Tengo 62 años, me siento muy feliz de ver docentes, gremios, una universidad hablando de esto, aun aquellas que hemos tenido la posibilidad incluso de obtener títulos de grado, sufrimos la discriminación social y laboral, por eso el cupo laboral travesti-trans resulta una norma de reparación histórica, reparación que nos debe toda la sociedad”.
Al respecto, la directora del Instituto de Estudios y Capacitación, IEC-CONADU, Yamile Socolovsky, expresó: “Estoy muy emocionada, es un logro histórico muy importante que sienta las bases para la ampliación de los derechos laborales del colectivo travesti-trans en la docencia universitaria; contar y poder recuperar esta experiencia genera condiciones de posibilidad de su inclusión en el resto de las universidades nacionales”.
Asimismo, una de las paritarias de AFUDI, Ethel Revello, sostuvo: “Ampliar los derechos de lxs trabajadorxs es una obligación y una tarea ineludible que AFUDI tiene como gremio de docentes universitarixs, resulta una posición ideológico-política que da sentido y define nuestras acciones gremiales a nivel local, pero que se encuentra orgánicamente orientada por la política de nuestra Federación, CONADU. Este es un escalón más en la construcción de un modelo de universidad pública, popular y transfeminista, inclusiva y democrática”.
La Sec. Adjunta de AFUDI, Nidia Benítez, expresó: “Celebro que sea el ámbito de la negociación colectiva donde se dirime esto, lugar que hemos conquistado lxs trabajadores para alcanzar, ampliar y profundizar nuestros derechos; es en éste que se podrá arribar a acuerdos necesarios que permitan avanzar en cuestiones fundamentales que redundará mejoras sustanciales para el sector al que pertenecemos y representamos, porque es esta instancia de negociación el principio básico del derecho del trabajo y especialmente del derecho colectivo”.
Creo con profunda convicción que cualquier persona que tenga la capacidad e idoneidad necesaria debe ocupar un cargo de cualquier índole en cualquier ámbito para el que esté preparado independientemente de sus preferencias sexuales o de como se perciba. Este tipo de “actos” solo sirven para remarcar diferencias, a la vez que el uso de un idioma absurdo y desformado del castellano, idioma nacional, en una casa de altos estudios es una cachetada para el nivel intelectual al que se aspira.