Empresas fueguinas apuestan a la certificación orgánica de sus productos

Estos emprendimientos se suman a otros cuatro operadores ya certificados de la Isla y, como ellos, pronto podrán acceder al mercado con un producto diferenciado, identificable y garantizado.

USHUAIA.- Esta semana, el Ministerio de Producción y Ambiente finalizó junto a empresas locales y la Cámara Argentina de Certificadoras de Alimentos, Productos Orgánicos y Afines (CACER) el proceso de implementación de la normativa orgánica nacional.

Ona Land de Río Grande.

Con el objetivo de incrementar la oferta de productos orgánicos en la Provincia de Tierra del Fuego, como estrategia de agregado de valor, diferenciación y valorización de los recursos locales bajo sistemas de producción sustentable, desde el mes de marzo del corriente año, la Provincia viene realizando asistencias técnicas en 5 emprendimientos locales a fin de propiciar la incorporación de prácticas y registros documentales exigidos por la norma.

Superadas las instancias de implementación, las empresas participantes atravesaron la instancia de auditorías, realizadas por la Organización Internacional Agropecuaria (OIA – Calidad en alimentos).

Los emprendimientos primarios y elaboradores que trabajaron junto al equipo técnico de la Secretaría de Desarrollo Productivo y PyME, con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI), fueron Quinta Pionera, de Estancia Viamonte    para la incorporación de ajo negro; puesto que la producción primaria ya se encuentra bajo certificación orgánica.

También hizo lo propio la empresa ATAMA alimentos de Ushuaia, para la incorporación de producción de brotes y hongos frescos.

En tanto, la textil Ona Land de Río Grande, dedicada a la confección con lana pura de ovejas; en su trayecto se encontró con que la Certificación Orgánica de dicho producto no se encuentra en el alcance de la Normativa Orgánica. Ello se debe a que, en el caso de la lana de oveja, la misma alcanza hasta la etapa de lanas lavadas y lanas Top. Por esta razón, se realizaron las gestiones pertinentes para incluir la certificación del hilado de lana (materia prima para la empresa) y poder certificar así los tejidos producidos rotulándolos como “Hechos con Lana Orgánica” ante el SENASA.

Otra de las empresas que inició su camino hacia la producción orgánica, es el vivero de Tolhuin The Crosmuther Rosse, para la incorporación de la producción de cerezas. En este caso, por ser un cultivo perenne tiene un período de conversión hasta su estatus orgánico de 3 años por lo que la empresa podrá comercializar como orgánico en conversión, a partir del 1° año cumplido desde el inicio del seguimiento.

Por último, la Chacra San Antonio, de la ciudad de Ushuaia inició su trayecto para la incorporación de la producción de lechuga y rúcula orgánicas. La producción hortícola anual tiene período de conversión hasta su estatus orgánico de 2 años pudiendo comercializar como orgánico en conversión a partir del 1° año desde el inicio del seguimiento.

Cabe destacar que la producción de orgánicos, mantiene la sustentabilidad del sistema sin erosionarlo ni contaminarlo; abandona los sistemas insumo dependientes buscando incorporar tecnologías no contaminantes y brinda al productor el acceso al mercado con un producto diferenciado.

Para el consumidor, los alimentos orgánicos representan alimentos sanos, el cuidado indirecto del medio ambiente y el acceso a productos identificables y garantizados.

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