Los profesionales con los que cuenta la División Policía Científica tienen tal prestigio institucional que no sólo han sido reconocidos a nivel provincial sino también nacional; demostrando estar a la altura de nuevos desafíos y exigencias
RIO GRANDE.- Ayer fue el aniversario de la Policía Científica de Tierra del Fuego. Una dependencia que nació hace 22 años, la que, con el transcurrir del tiempo, fue dotada de recurso humano calificado en investigación, pericia policial, judicial y forense; de tal forma que se ha destacado a nivel nacional en aportar colaboración en casos de enorme trascendencia.
Los profesionales con los que cuenta tienen tal prestigio institucional, que no sólo han sido reconocidos a nivel provincial sino también nacional; demostrando estar a la altura de nuevos desafíos y exigencias que conllevan el esclarecimiento de hechos delictivos, algunos de enorme complejidad.
Sin ir más lejos, en diciembre del año pasado, la Policía Científica identificó el “modelo y tipo” de calzado con el que patearon en la cabeza a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, a partir de una impronta que quedó marcada en la cara de la víctima. Se trata del caso que a inicio de este año tuvo enorme trascendencia nacional, conocido como el caso de los rugbiers acusados del asesinato de este joven.
El mismo día que ocurrió el crimen de Báez Sosa (19), la Policía Científica de Pinamar contactó a la Policía de Tierra del Fuego para solicitarle colaboración con el fin de poder establecer el tipo de zapatilla con el que golpearon a la víctima, ya que esa fuerza cuenta con un registro de más de 10 mil modelos de calzados clasificados y sistematizados desde 2004.
Hace tres años atrás, la División Policía Científica recibió un pedido de colaboración por parte del Jefe de la División Homicidios de Paraná, provincia de Entre Ríos, en relación a un homicidio ocurrido en esa localidad, requiriendo el análisis de un rastro de pie calzado, colectado como evidencia en el lugar del hecho.
El estudio de laboratorio aportado permitió concretar un allanamiento en la vivienda de un sospechoso, procediéndose al secuestro de varios elementos, entre los que se encontraba un calzado cuyas características respondían a las identificadas por la División Policía Científica de Río Grande.
Otro aporte clave, realizado por esta dependencia policial, lo hizo durante la investigación del homicidio del empresario Leonardo Espósito, asesinado en un robo en su casa de Bernal el 7 de enero de 2019, la Policía Bonaerense desplegó una serie de allanamientos por la zona sur del Conurbano. Buscaban una prueba concreta: dos pares de zapatillas, unas Adidas Ultra Boost Ungest y unas Nike Air Pegasus 27. Los investigadores estaban literalmente tras las huellas de los asesinos.
El Banco de Huellas de Pisadas que tiene Policía Científica es el único que funciona en el país. El mismo se empezó a armar en 2004. Se fue conformando porque en los hechos delictivos pocas veces se podían obtener huellas dactilares, ya que por las bajas temperaturas, los delincuentes actúan con guantes. Por ello se resolvió seguir e identificar los rastros de pisadas. La base de datos se nutre de fotografías de calzados de sospechosos, de los calzados nuevos que reciben los comercios y de aquellas imágenes que surgen de Internet.
En 2015, el Tribunal que condenó a Rubén Recalde, “el asesino serial de Junín”, a cadena perpetua por un doble homicidio en esa ciudad, tuvo en cuenta, en el momento de la decisión, una huella de pisada encontrada en la escena del crimen. Coincidía con el calzado de Recalde, algo que se logró probar gracias al informe del equipo de la División Policía Científica.
Cabe recordar que el año pasado, en el Día de la Policía, la División Policía Científica de Río Grande recibió la Copa que destaca la “eficiencia funcional” en relación a su labor esclarecedora de hechos y colaboración como auxiliar de la justicia en distintos procesos judiciales.