“Día de la Industria Nacional”, uno de los más potentes motores de nuestra economía

Es una conmemoración que constituye una oportunidad para realizar un reconocimiento a la actividad que ha desempeñado este gremio a lo largo de la historia, factor preponderante para la cohesión social argentina, con su entramado de empresas grandes, medianas y pequeñas que, en conjunto, aportan significativamente al desarrollo tecnológico, la generación de valor y la creación de empleo.
Planta de IKA, Industrias Kaiser Argentina S.A.

La industria es una actividad cuyo propósito es transformar las materias primas en productos elaborados, semielaborados o súper elaborados. Es uno de los más potentes motores de la economía mundial, y un factor preponderante en el desarrollo de la humanidad en los últimos siglos. En la Argentina, la industria nacional tiene una larga historia.

Origen

El 2 de septiembre se conmemora en el país el Día de la Industria a pesar de que la «primera exportación argentina» encubre un acto de contrabando y comercio ilegal.  Efectivamente, el 2 de septiembre de 1587 zarpó desde el fondeadero del Riachuelo, que hacía las veces de puerto de Buenos Aires, la carabela San Antonio, rumbo al Brasil. Llevaba en sus bodegas cubrecamas, frazadas, otros tejidos, sombreros y bolsas de harina, producidos en Santiago del Estero. Pero en su interior, camufladas, según denunció el gobernador del Tucumán, Ramírez de Velasco, también cargaba barras de plata provenientes de Potosí, cuya exportación estaba prohibida por Real Cédula.

El desarrollo industrial en estos territorios tardaría siglos en llegar. Recién hacia fines del siglo XVIII arribaron a Buenos Aires las primeras manufacturas inglesas, pero la masiva penetración de bienes importados imposibilitó el desarrollo industrial, que debió esperar largamente hasta entrado el siglo XX. El debate entre librecambistas y proteccionistas se extendió largamente durante los siglos XIX, XX y continúa en nuestros días.

Datos y frases célebres

*La primera exportación del puerto de Buenos Aires fue el resultado de un excedente en la producción nacional, como una primera intensión de expandir los mercados de la industria argentina.

*La primera celebración de esta fecha se remonta al año 1937. Desde esta fecha, la Unión Industrial de Argentina (ente que agremia las empresas argentinas), lo proclamó como una celebración nacional, lo que fue ratificado en 1941 por decreto del Gobierno nacional.

La enorme cantidad de pequeñas y medianas empresas son las mayores creadoras de mano de obra en el país.

*El General Manuel Belgrano, prócer independentista, fue uno de los principales precursores de la industria argentina. Sus actos durante su período como secretario del Consulado Argentino en Europa promovieron la libertad de actuación de la, hasta esa época, incipiente y restringida industria argentina.

*Actualmente persiste un debate por trasladar el Día de la Industria al 6 de diciembre. Esto debido a que la exportación del 2 de septiembre se considera como un hecho más comercial que industrial, y a que el 6 de diciembre se posesiona el General Manuel Belgrano como secretario del Consulado Argentino en Europa, hecho que marca el inicio del desarrollo de la industria argentina, puesto que permitió la realización de acuerdos para el desarrollo de este sector.

*”Es un día de la industria con enorme tristeza, de hecho la UIA no festeja nada, y vamos a pasar todo para fin de año, pero hoy no están dadas las condiciones para festejar nada” – Héctor Méndez, director de la Unidad Industrial de Argentina (UIA), el 02/09/2014 – Buenos Aires, Argentina. Pronunciamiento del mencionado director en el Día de la Industria, refiriéndose al estancamiento de la industria en Argentina durante este periodo.

Historia de la industria en la Argentina

Los principios de la historia de la industria en la Argentina se remontan a la expansión económica de la generación del 80, aunque en esa época el modelo agroexportador establecía la venta de granos e importación de productos, lo que significó que pocas industrias se establecieran o crecieran. Sin embargo, se comenzaron a crear algunas fábricas, sobre todo aquellas destinadas a producir productos para el mercado interno y externo, generalmente alimentos. Pero ningún producto de fabricación industrial llegaba a ser exportado, ni se llegaban a hacer manufacturas muy complejas. Recién durante el primer Gobierno de Hipólito Yrigoyen se establecieron una mayor cantidad de establecimientos industriales. Durante la Década Infame (1930-1943) se instalaron varios establecimientos industriales alrededor de Buenos Aires y comenzó una fuerte migración desde el interior de la Argentina al actual Gran Buenos Aires.

El siguiente período de crecimiento industrial fue el Gobierno de Juan Domingo Perón: se crearon fábricas de equipamientos militares y se radicaron varias industrias pesadas (como las automotrices). Esas industrias surgieron a través de subsidios del Estado con el objetivo de fabricar productos exportables. Se crearon fuertes industrias nacionales en los sectores de la industria pesada. Los primeros seis meses del Gobierno de Arturo Frondizi fueron de gran expansión: se continuaron los proyectos industriales que había comenzado el peronismo, además se radicaron mayor cantidad de industrias a través de la política de los capitales extranjeros y se forjó el abastecimiento de materias primas como petróleo (industrias petroquímicas y combustibles), acero (industrias pesadas). Pero además se cubrió la demanda de automotores que existía en Argentina, logrando responder a esa demanda con automotores de fabricación nacional.

Tras la vuelta de Perón en 1973, se realizaron nuevas obras para la industria, y entre 1973 a 1974 se registró la máxima producción histórica en el sector industrial. Pero esta cayó a consecuencia de la crisis del petróleo de 1973. El plan Cóndor, establecido por el Gobierno de Estados Unidos para imponer el neoliberalismo en Latinoamérica, requirió un nuevo golpe de estado en 1976. La dictadura cívico-militar argentina (1976-1983) acabó con los proyectos industriales anteriores y, además, restringió o eliminó beneficios de promoción industrial y subsidios, y abrió el mercado externo sin restricciones, iniciando la destrucción del aparato productivo industrial argentino.

Las políticas de la dictadura ocasionaron un crecimiento del 600% de la deuda externa. En 1981 se inició un largo período de ajuste, signado por la deuda y la creciente inflación. En esta década la actividad industrial se vio envuelta en ciclos intensos de altibajos en su producción. El siguiente gobierno democrático de Raúl Alfonsín tuvo que enfrentar la debilidad económica del país; lo hizo mediante el Plan Austral, el cual funcionó por poco tiempo: la inflación se disparó violentamente hacia la hiperinflación. El Gobierno de Carlos Menem, a causa de la política de convertibilidad y la reapertura de las importaciones, redujo drásticamente la rentabilidad empresaria, provocando una fuerte caída de la industria nacional. Se cerraron o privatizaron las pocas industrias y empresas que quedaban bajo poder del Estado, como las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas en 1990 o de YPF en 1992. El modelo neoliberal llegaría a su fin con la crisis del 2001, una de las mayores de la historia argentina.

Hoy en día la estructura industrial argentina crece con ciertos altibajos como consecuencia de crisis internacionales. Es una de las mayores economías industriales de Sudamérica. Sin embargo, se encuentra lejos de la estructura industrial de la década de 1960. Fuente: Belini, Claudio. Historia de la industria en la Argentina.

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