Confección de mantas

Durante la cuarentena, unas 150 personas encontraron en el tejido y la confección una actividad para mantenerse ocupadas, mientras ayudan a quienes están atravesando un momento económico difícil.

La solidaridad en época de cuarentena.

USHUAIA.- Movidas por la solidaridad y la empatía, un grupo de personas de esta ciudad convocó a otras a tejer cuadrados para confeccionar mantas y donarlas a quienes más lo necesitan, con tanto éxito, que en menos de dos meses ya llevan entregadas 26 mantas que equivalen a 1300 piezas unidas y son el reflejo de un verdadero trabajo en equipo.
La iniciativa nació de Viviana Remy, referente voluntaria de la Fundación Garrahan en Ushuaia, quien se caracteriza por su compromiso con las causas nobles. “Esta es una iniciativa que existe en todos lados y que, en todo caso, reactivé para colaborar en Ushuaia. En otras ocasiones participé para enviar a Comodoro Rivadavia, Jujuy, Salta, siempre mandando cuadraditos para que armen mantas. Pero esta vez, viendo la cantidad de necesidades que hay, de gente sin trabajo, de que viene la época más fría, sabiendo que muchos nos teníamos que quedar adentro, me pareció buena idea poder colaborar y sumarnos tejiendo”.

“Como siempre digo, ayudar, ayuda”

Junto con amigos comenzaron a tejer y unir cuadraditos de 20×20 centímetros y al completar la primera manta y compartirla en las redes sociales, un sinnúmero de personas se sumó de diferentes maneras.
Hoy son más de 130 los que tejen, donan lana, unen cuadrados, tejen mantas enteras, se ofrecen para retirar donaciones de los domicilios, acercar lana a quienes se quedan sin materiales, tejiendo, donando. “Fue algo increíble y que superó todas mis expectativas, porque yo sé que Ushuaia es súper solidaria, pero con estas cosas se percibe más aún”.
Los abrigos llegan a los hogares adecuados, donde los reciben con agradecimiento y alegría. Y más allá de la satisfacción de ayudar, el trabajo colectivo brinda otros beneficios que Viviana Remy resume de un modo muy claro: “Estas mantas nos están ayudando a todos. Hay muchas personas que son pacientes de riesgo, que a raíz de esta pandemia encontraron en esta actividad la posibilidad de hacer algo pensando en el otro, y que los mantenga activos”.
Esta comunidad de tejedores, nacida del entusiasmo y las ganas de ayudar, se ha puesto el propósito de seguir ayudando más allá de la cuarentena. “Como siempre digo, ayudar, ayuda. Lo vamos a seguir haciendo. Cuando ya no exista necesidad acá en Ushuaia, si sobran mantas las enviaremos al norte. Tengo vínculos con comunidades wichis del norte del país donde también las necesitan”.
Las personas interesadas en sumarse a esta iniciativa pueden hacerlo tejiendo cuadrados, tanto al crochet como en dos agujas o bastidor y acercárselos a los voluntarios o crear otros grupos para hacer lo mismo. “Con 50 cuadrados hacemos una manta y para saber quién la necesita, alcanza con mirar un poquito cómo la están pasando nuestros vecinos”, concluyó Remy.