Artritis reumatoidea: Recomendaciones

Cada 24 de octubre se conmemora en Argentina el “Día Nacional del Paciente con Artritis Reumatoidea”. Muchas personas padecen esta enfermedad y, en Tierra del Fuego, profesionales y entidades sin fines de lucro trabajan para mejorar la calidad de vida de quienes la sufren. En Argentina suman unas 400 mil las personas que sufren esta condición. La Dra. Patricia Castillo brindó detalles y recomendaciones.

Dra. Patricia Castillo, (MP 27).

TIERRA DEL FUEGO.- Este sábado 24 de octubre se conmemoró el Día Nacional del Paciente con Artritis Reumatoidea. Es una enfermedad que tiene la característica de ser crónica y progresiva. Es un mal discapacitante que afecta las articulaciones. Asimismo, podría cursar con fibrosis pulmonar y acelerar la enfermedad vascular aterosclerótica. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Reumatología, la artritis afecta al 1 por ciento de la población mundial, lo que representaría más de 400 mil personas en Argentina.

El Sureño mantuvo una charla con la Dra. Patricia Susana Castillo, (MP 27) Médica Cirujana Especialista en Reumatología, egresada de la Universidad Nacional de Córdoba y radicada en Tierra del Fuego desde 1997. Además es miembro de la Sociedad de Reumatología del Sur y es la primera reumatóloga de la Patagonia.

La profesional le indicó a El Sureño que la artritis reumatoidea tiene causa desconocida. Explicó que “inflama las articulaciones y los tejidos que las rodean, aunque puede extenderse a otras partes del cuerpo como la piel, los ojos, los vasos sanguíneos, el corazón y los pulmones y eso la transforma en una enfermedad diferente por lo que los profesionales decimos que es sistémica y se asocia a otras enfermedades como la hipertensión, insuficiencia cardíaca o a deterioros del funcionamiento del riñón y al afectar otros órganos, lo que se puede producir, si no se aplica un tratamiento adecuado, es que disminuya la expectativa de vida de las personas que la padecen”.

Sin embargo, con los avances de la ciencia y la tecnología, la Dra Castillo aseguró que un paciente que padece de artritis reumatoidea puede tener una vida normal y plena”. En tanto, agregó que “las mujeres pueden tener hijos” por lo que, gracias a los tratamientos actuales, “la expectativa y la calidad de vida pueden ser plenos y ya no se ven pacientes deteriorados”. También dijo que para un buen progreso y para lograr una buena evolución “es importante la actitud que imponga el paciente frente a la enfermedad”.

Una enfermedad

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica, de naturaleza autoinmune, caracterizada por la afectación simétrica de múltiples articulaciones y la presentación de diversos síntomas generales inespecíficos y manifestaciones extraarticulares. Librada a su evolución natural y en ausencia de tratamiento adecuado, la enfermedad puede causar, en fases avanzadas, importantes limitaciones físicas, así como un marcado deterioro de la calidad de vida.

Se manifiesta típicamente por dolor, tumefacción y rigidez o dificultad de movimiento en diversas articulaciones pequeñas y grandes. Los síntomas generales, que a veces preceden a las manifestaciones articulares y tienden a persistir durante toda la evolución del trastorno, incluyen básicamente cansancio, sensación de malestar, fiebre ligera, inapetencia y pérdida de peso corporal. Las posibles manifestaciones extraarticulares, que suelen presentarse cuando la enfermedad ya está establecida, afectan principalmente a la piel, los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones, los ojos y la sangre.

Datos

Es mucho más frecuente en el sexo femenino que en el masculino y suele aparecer en personas adultas mayores, pero puede iniciarse en cualquier etapa de la vida y afectar a cualquier persona, con independencia de la raza, el sexo y la ocupación.

El síntoma inicial más frecuente es la rigidez articular matutina (sobre todo en las articulaciones de manos y pies), que se presenta tras el reposo nocturno y comporta una notable dificultad de movimiento. La rigidez matutina se puede acompañar de cansancio, fiebre, pérdida del apetito y debilidad muscular, un cuadro que a veces aparece semanas o meses antes que el dolor y los signos que denotan inflamación articular, es decir, hinchazón, calor y enrojecimiento en las articulaciones comprometidas.

Avance

Patricia Castillo, quien se desempeña en el Sanatorio San Jorge y en el Centro Médico San Francisco, entendió que la evolución del trastorno es muy variable ya que, en algunas personas, el avance de las lesiones se detiene de forma espontánea, mientras que en otras progresa a lo largo de toda la vida. Lo más habitual, sin embargo, es que el trastorno evolucione durante muchos años o a lo largo de toda la vida, con alternancia de períodos de exacerbación sintomática o “brotes sintomáticos”, que suelen durar unas cuantas semanas o unos pocos meses y períodos de calma relativa o absoluta.

Durante los brotes sintomáticos, las articulaciones afectadas están hinchadas, tumefactas y calientes, resultan dolorosas y cuesta moverlas, sobre todo tras el reposo nocturno. En ausencia del tratamiento oportuno, estas agudizaciones tienden a ser más frecuentes y duraderas, de manera que las articulaciones afectadas van perdiendo progresivamente la movilidad, a la par que se van produciendo unas deformidades esqueléticas características. Sin tratamiento, lo más habitual es que la AR lleve a un importante deterioro de la funcionalidad y la calidad de vida.

Tratamiento

Consiste en una serie de medidas generales relacionadas con el estilo de vida, el reposo y el ejercicio, junto con una terapia farmacológica en la que puede emplearse una amplia gama de medicamentos; además, en algunos casos, se indica la aplicación de determinadas intervenciones quirúrgicas. Lamentablemente, aún no se dispone de un tratamiento que permita curar la enfermedad. Sin embargo, en conjunto, todas las medidas terapéuticas disponibles en la actualidad permiten aliviar los síntomas y mejorar el pronóstico, lo que supone un impacto muy positivo en la calidad de vida de los afectados.

Los mejores resultados terapéuticos se consiguen cuando se procede a un diagnóstico precoz y se establece el tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad. También es muy importante que la persona afectada siga de manera rigurosa las indicaciones impartidas por los facultativos en las visitas de seguimiento periódicas que se programan, precisamente, con el propósito de controlar la evolución de la enfermedad.

Por otra parte, la Dra. Patricia Castillo fue clara al indicar que “la falta de tratamiento puede causar daño articular permanente, deformidad y discapacidad”.

Las diferencias entre la artrosis y la artritis reumatoidea.

Recomendaciones

La Dra. Castillo indicó que existen algunas recomendaciones saludables para reducir el dolor de las articulaciones y no depende sólo de la medicación. Explicó que la práctica de ejercicios de intensidad suave o moderada contribuye de manera sensible para reducir los síntomas de la artritis reumatoide (mejora la rigidez y el dolor articular, mejora la flexibilidad y fortalece los músculos), y también a prevenir aquellos otros trastornos (obesidad y sobrepeso, trastornos del sueño, diabetes, enfermedades cardiovasculares) que la pueden agravar. A nivel psicológico, el deporte ayuda a sentirse mejor y a tener mejor presencia física, lo que sin duda repercute en un estado de ánimo más seguro y optimista.

Ejercicios

Entre lo que se recomienda para las personas que sufren de artritis reumatoidea es la natación y otros deportes que se practican en el agua, así como caminar y montar en bicicleta pueden ser buenas actividades para una persona con AR. Están desaconsejados, en cambio, los deportes violentos o de contacto, como el fútbol, el baloncesto, o aquellos que fuercen las articulaciones que más peso soportan (tobillos, rodillas).

En tanto se recomienda hacer, al menos, poco ejercicio que seguramente será mejor que quedarse quieto y ser sedentario. Lo mejor es empezar por ejercicios suaves para incrementar poco a poco la duración e intensidad de los mismos. Procura mantener una rutina de ejercicio y asume que éste debe sumarse a la actividad diaria: no vale ir a por el pan y contar eso como ejercicio si ya lo hacías antes.

Nutrición y artritis reumatoidea

Como norma, las recomendaciones sobre una alimentación sana aplicables a la población general son también de aplicación a las personas con artritis reumatoide.

Es importante que ningún suplemento nutricional sustituya la medicación que haya pautado el reumatólogo. En cualquier caso, siempre es mejor consultar con el médico antes de comenzar con cualquier tipo de dieta.

Lo prohibido

Las personas que sufren artritis reumatoidea deberían no fumar y es muy aconsejable tratar de no consumir alcohol o bien hacerlo de manera reducida.