Apoyo al Gobierno en la Marcha del “1A” en diferentes ciudades del país

BUENOS AIRES (NA).- Miles de personas se movilizaron ayer a Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país en el marco de una marcha convocada por las redes sociales con el nombre de “1A” para “defender la democracia” y apoyar al Gobierno.

Si bien el Gobierno aseguró que no tuvo nada que ver con la convocatoria, los manifestantes dejaron claro en las consignas que cantaron su apoyo al presidente Mauricio Macri y, especialmente, su oposición al kirchnerismo.

Las que más se escucharon fueron “sí, se puede”, usada por Cambiemos durante la campaña electoral de 2015, y “no vuelven más”, una clara respuesta al “vamos a volver” que entona el kirchnerismo desde su salida del Gobierno.

La movilización más importante tuvo lugar en Plaza de Mayo, donde miles de personas con banderas argentinas comenzaron a concentrarse poco antes de las 18:00, pero se replicó en las ciudades de Rosario, Córdoba, Bariloche, Mar del Plata, Gualeguaychú, Salta y Tucumán, entre otras.

También hubo concentración de gente en otros puntos de la Ciudad de Buenos Aires como en el Obelisco, en Santa Fe y Callao, Cabildo y Juramento, mientras que un grupo se movilizó también en Olivos, cerca de la quinta presidencial.

En la movilización a Plaza de Mayo no estuvo ausente la coyuntura política de la provincia de Buenos Aires, como se evidencia con cantos de apoyo a la gobernadora María Eugenia Vidal y otro que rezaba “Baradel, dejate de joder”, en referencia al líder de los docentes bonaerenses, Roberto Baradel.

Más temprano, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, reiteró que se trató de “una marcha autoconvocada” en la que el Gobierno no tuvo injerencia y abundó: “Nosotros no estamos poniendo ni micros, ni ninguna logística, como en general ocurre en Argentina con la mayoría de las marchas”.

“No es una marcha organizada por el Gobierno. Creemos que estas manifestaciones de la gente son válidas si se hacen con responsabilidad y me parece que hay mucha gente en Argentina que siente la convicción de apoyar, no a un Gobierno en particular, sino al sistema democrático”, agregó el ministro.

En declaraciones a radio Mitre, Frigerio sostuvo que para la Casa Rosada “la batalla no es ganar la calle” sino “ganar la batalla contra la pobreza, la falta de infraestructura básica”.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también subrayó que “la marcha no es oficial, es autoconvocada” y anticipó que no concurriría “para no darle un carácter o tono político”.

En diálogo con Radio 10, el mandatario de la Ciudad de Buenos Aires y referente del PRO señaló que “cada uno es libre” de participar en la movilización convocada a través de las redes sociales para apoyar la democracia.

—RECUADRO—

POLITICA

El “1A” terminó dando un respiro al Gobierno
BUENOS AIRES (especial de NA, por Gabriel Profiti).- El “1A” o “marcha por la democracia”, del que el oficialismo se había despegado por temor al fracaso, terminó convirtiéndose en un espaldarazo para el Gobierno de Mauricio Macri.

Las plazas llenas en distintas ciudades del país con consignas partidarias como “sí, se puede” y contra el kirchnerismo (”no vuelven más”) excedieron el culposo llamado a “defender la democracia” con el que las voces oficiales habían maquillado la convocatoria en las últimas horas.

También le permiten a la administración de Cambiemos contrapesar en parte el incesante desfile opositor de las últimas semanas expresado en marchas de docentes, gremios industriales, las CTA, piqueteros y mujeres en defensa de sus derechos.

No puede sobredimensionarse la movilización pero al macrismo un poco de calor popular no le viene mal en medio de los datos todavía negativos de la economía y a pocos días de enfrentar el primer paro general en su contra, el jueves próximo.

La convocatoria había quedado encerrada en signos de interrogación cuando figuras centrales del oficialismo como Elisa Carrió o las autoridades del radicalismo se pronunciaron en contra, convencidos de que Cambiemos no debía disputar el control de la calle y solo esperar un respaldo en las urnas.

Es cierto que muchos manifestantes se movilizaron más por espanto al kirchnerismo que por amor a Macri, pero en todo caso, ese es un reflejo de que la división de los argentinos sigue muy vigente y que la estrategia electoral de los armadores del PRO de polarizar con los K puede serles útil.