Rosita Alvarado comenzó a escribir su historia profesional

RIO GRANDE.- Apenas un puñado de boxeadores del medio pudieron cumplir el sueño de llegar a ser profesionales, desde Juan Rocky Ravena en los años setenta, cuando el gimnasio del Colegio Don Bosco era la cita obligada cada vez que se organizaba un festival pugilístico; hasta Adrián El Renegado Garzón en la década pasada; pasando por Rubén Maravilla Vivas, Oscar San Juan González, René Torito Rodríguez, Hernán Picardía Montesino y Daniel Rocky Vázquez, entre finales de los ochenta y los albores de este siglo.

El viernes quien saltó del amateurismo al campo rentado fue nada menos que una mujer, Rosita Alvarado, de 23 años, nacida en esta ciudad y campeona argentina amateur 2013 en Formosa, en la categoría mosca.

A quince años de que Irma Cárdenas y Alejandra Mansilla -entre otras- fueran las que hicieran punta sobre el cuadrilátero, es ahora Alvarado quien dio un gran paso en su carrera deportiva, después de haber defendido la albiceleste en un certamen continental.

Y su primera experiencia como profesional -en la división supermosca- la superó con un aprobado, con la esperanza de despojarse de esos lógicos nervios que aquejan a todo principiante. Enfrente tuvo a la santafesina Romina Gorosito, de Sunchales, con 3 años más, y un revés en su debut, apenas un mes y medio atrás.
Fondo profesional

Como en prácticamente todos sus compromisos como aficionada, a lo largo de cinco años, la deportista surgida de la Escuela Municipal de Box “Pascual Pérez” tomó el centro del ring, y desde allí comenzó a edificar su desempeño. En ningún momento se la vio titubear, y ya en el primero de los cuatro asaltos sacó ventaja con dos zurdas que llegaron nítidas al rostro de su oponente.

En el segundo capítulo demostró una mayor calidad técnica que la entrenada por el ex profesional Rufino Daniel Acosta, pero tampoco pudo llegar a lucirse como en anteriores presentaciones. Además, debió tener un cuidado extra por los cabezazos, como el que al minuto y medio del segundo asalto llevó al árbitro Montesino a una detención de las acciones, hablando acerca de ello con la visitante (y con ambas cuando arrancó el tercer round).

Más allá de que Gorosito llegó a concertar alguna contra, era evidente el mayor poderío de la riograndense, obligando a su rival a abrazarla continuamente, sobre todo cuando apeló a los golpes rectos. A cuarenta segundos del último descanso, al aflojarse las cintas de su guante derecho, la santafesina pudo tomar un respiro.

La cuarta vuelta sin duda que fue la más pareja, tato que uno de los jueces falló en favor de Gorosito. Sin embargo, la ventaja adquirida en los seis minutos anteriores por la pupila de Enrique Hernández volvía inmodificable el resultado final.

A la 1:20 del sábado, el anunciador declaró la victoria por unanimidad de Rosita Alvarado, ante la algarabía de los -aproximadamente- 320 espectadores que se dieron cita en el Centro Deportivo Municipal “Reverendo Padre José Forgacs”.
Dos fulminantes

Hubo otras cinco peleas en el recinto de la avenida Belgrano, todas en el terreno amateur, y con la presencia de pugilistas de Ushuaia, Pico Truncado y Puerto Madryn, además de los locales.

Dos de ellas terminaron ante de lo previsto, y fueron precisamente las que también estaban estipuladas a cuatro asaltos.

En el semifondo (hasta 60 kilos), Romina Güichapani (Pico Truncado) venció por RSC (Referí Suspende Combate) a los 20 segundos del round número dos a Nancy Carabajal (Puerto Madryn). Esta última, orientada por Omar Secton, mostró una buena técnica, pero fue poco lo que pudo hacer ante la del norte santacruceño, que a las órdenes de su papá Raúl venía de conseguir el bicampeonato nacional amateur, en Córdoba.

Con su mayor potencia, la ganadora propició que el árbitro Luis Calisto detuviera la lucha a poco de iniciado la segunda vuelta.

Entretanto, Julián Medina (Escuela Municipal de Boxeo), quien venía de derrotar el 18 de noviembre por RSC1 (a los 45”) a Dylan Portal (Gimnasio Milennium), en el mismo escenario, esta vez liquidó en apenas 25” al chubutense Santiago Pereyra, en -64 kilos, también con Calisto como tercer habitante del cuadrilátero. Tras el rapídisimo nocaut y las primeras atenciones del médico Jorge Araujo, el posterior traslado en ambulancia del perdedor al hospital representó una atraso considerable en la cartelera, hasta el regreso de la unidad sanitaria (pasaron 40’ para ello).
Todas a favor

En los restantes tres duelos salieron airosos los representantes de la Escuela Municipal. Desde el rincón rojo (ubicado en el ángulo imaginario conformado por la avenida Belgrano y Moyano), el pesado Kevin Saravia no dejó dudas frente al subcampeón nacional Sebastián León (ambos juveniles superaron los 100 kilos), sobre todo en los dos round finales, y pese a que el fallo fue dividido.

El mismo resultado obtuvo Lautaro Gallardo ante Exequiel Soruco (Academia Municipal), en -57 kilos, superioridad con la que coincide este cronista. La decisión de los jueces fue similar para la lid que abrió el festival, en favor de Joaquín Ledesma sobre el ushuaiense Franco Magallanes (Club de Boxeo Guantes del Fin del Mundo), hasta 57 kilos. Fallo que fue recibido por algunos silbidos, y con el que no estamos de acuerdo. El visitante fue quien más propuso, sin embargo el riograndense colocó algunas contras efectivas. Después el cansancio pudo más, y la constante búsqueda de Magallanes (quien en noviembre le había ganado por unanimidad a Héctor Ramos, de la Academia Municipal) le valía -a nuestro entender- un mejor final.

DERECHAS. Rosita evita la mano de su rival y conecta la suya en el torso de Gorosito.