Resistencia de las obras sociales

A pesar de que es obligatoria en todo el país la cobertura del testeo y tratamiento de casos sospechosos o confirmados, las obras sociales y prepagas hacen caso omiso a las directivas nacionales. Una prueba PCR en laboratorios privados cuesta entre 6000 y 12.500 pesos.

Hay resistencia de las obras sociales a cubrir las pruebas de COVID-19.

USHUAIA.- Tan sólo dos empresas de salud prepaga mostraron interés en firmar convenios con clínicas y laboratorios para la cobertura de análisis y tratamientos privados de COVID-19 en la provincia, por lo que la negativa de las obras sociales de cumplir con lo establecido por la superintendencia de servicios de salud, es casi absoluta. Así lo confirmó el Dr. Pablo Berenstein a cargo del laboratorio de la Clínica San Jorge, quien aseguró que sólo han conseguido la cobertura para confirmar la enfermedad en pacientes internados con otras patologías.

El mes pasado, la Superintendencia de Servicios de Salud reiteró a los Agentes del Seguro de Salud (Obras Sociales) y Entidades de Medicina Prepaga que, ante la pandemia de COIVD-19 actualmente vigente, tienen la obligación de cubrir en todo el país la totalidad de los tratamientos que requieran los pacientes con casos sospechosos o confirmados de haber contraído la enfermedad. Esta obligación incluye, la realización de tests diagnósticos (PCR y/u otros), traslados, medidas de aislamiento, internaciones, etc.

Las Resoluciones Nº 326/2020 – SALUD y 1095/2020 – SSSALUD, establecen los módulos prestacionales de atención de casos sospechosos y confirmados de COVID-19 y los valores de reintegro a que podrán acceder los Agentes del Seguro de Salud que los brinden.

En Ushuaia,    “la negativa de las obras sociales es casi absoluta para la cobertura”, señaló el Dr. Berenstein. “Se ha conseguido solo para casos de internados en la clínica que necesitaban confirmar si eran positivos o no para ser derivados al hospital o podía seguir internado por su patología de base en la clínica”.

El profesional dijo que en Río Grande se avanzó en algunos convenios con las obras sociales, pero en Ushuaia “es todo muy incipiente y no hay nada concreto” y opinó que “repartir tanto el costo como los recursos humanos entre los distintos sistemas de salud, sería en beneficio de la comunidad, porque habría menos demora y menos sobrecarga sobre el sistema público”.

La Clínica San Jorge ofrece el servicio de testeo de COVID-19 desde principios del mes de mayo, utilizando un equipo de diagnóstico que testea no sólo el virus, sino 22 gérmenes patógenos respiratorios    de una misma muestra en 45 minutos, que es muy útil para un paciente grave, pero no adapta para un testeo masivo de cientos de casos por día. “El costo de nuestros reactivos y nuestro equipamiento es más alto que el que usa el hospital, porque está pensado para otro tipo de situación, pero podemos brindar ayuda con alguna limitación en el número de muestras”, indicó. Esta situación provoca que un análisis de covid en la Clínica cueste 12.500 por muestra, cuando en otros lugares, esos testeos están en el orden de los 6 a 8 mil pesos.

Para poder adaptarse a las necesidades actuales, en 30 días la clínica San Jorge contará con equipamiento nuevo para testear solo COVID-19 con un precio más accesible para todo el mundo y también para los sistemas de salud.

En cuanto a quiénes requieren el testeo en el ámbito privado, el profesional explicó que se trata de particulares que por distintas razones tienen dudas por algún contacto con algún positivo confirmado. “Hay mucha consulta telefónica y también por correo. A veces se informa que no hace falta el testeo, aunque generalmente lo que se hace es sugerir la consulta con el médico para que defina si es necesario y cuándo”.

Además, destacó que la clínica tiene mucha demanda de las empresas para testear a los contingentes de trabajadores que llegan a la provincia y necesitan el estudio, tanto para empezar a trabajar como después cuando van a su lugar de origen.

Las muestras se toman en la clínica, a donde el paciente se acerca en automóvil y sin descender, se toma la muestra. En caso de que el paciente se encuentra aislado, se puede organizar visitas a domicilio con cargo adicional con un móvil sanitario.

“Ante un caso positivo, hay una ley nacional que nos exige hacer la denuncia, lo hacemos en el sistema nacional de vigilancia, SISA y ahí registramos todos los casos positivos diariamente y a su vez en determinado corte de hora se le pasa información a epidemiología de la provincia para que ellos estén al tanto de todos los casos negativos y positivos que tuvimos en el laboratorio San Jorge y puedan actuar en consecuencia”, indicó Berenstein.

Hasta el momento, la Clínica San Jorge llega testeadas alrededor de 1200 muestras y con un número de entre 60 y 70 positivos.

“En un principio tuvimos una cantidad de positivos de la ciudad de Río Grande, trabajamos con un laboratorio colega de allá, y en estas últimas semanas hay bastantes positivos de la ciudad de Ushuaia”

Además, adelantó que han recibido requerimientos del sector turismo para hacer testeos masivos a gente que llegue en cruceros. “Nos piden poder definir en 100 a 200 muestras diarias con resultado a las 24 horas y nos estamos preparando para eso. Si apareciera la palabra cuarentena, quedaría bloqueada cualquier posibilidad de turismo, por eso la idea es tener testeos masivos con resultado rápido con un costo accesible para las personas y las empresas”.

Por último Pablo Berenstein explicó que la demanda del efector privado se vio incrementada luego del parate de los primeros dos meses de aislamiento. “Tuvimos 2 meses muy cerrados con 25% del trabajo habitual y paulatinamente se ha ido recuperando. Hoy tenemos una demanda superior en un 25 o 30% a los niveles de atención del año 2019, atento a que en el hospital se ha restringido a la atención de urgencias y de covid”.