Once años de prisión a exsacerdote

Hasta el veredicto había transitado todo el proceso judicial en libertad, pero ayer el Tribunal de Juicio, al emitir la primera condena contra un eclesiástico por abuso en la historia de la provincia, ordenó su detención inmediata.

El Tribunal de Juicio emitió por primera vez una condena por un abuso agravado por la condición de “ministro religioso”.

RIO GRANDE.- El Tribunal de Juicio Oral dictó sentencia ayer a la tarde en el proceso oral no público que se desarrolló contra el exsacerdote Cristian Vázquez por el abuso sexual de una menor de 13 años, en tres hechos.
Por dos abusos simples y uno agravado por acceso carnal, Vázquez fue condenado a la pena de 11 años de prisión, que los jueces entendieron debía cumplirse inmediatamente, por lo que ordenaron que el personal policial en la sala procediera a la detención del imputado, y entrega al Servicio Penitenciario.
Los jueces Daniel Borrone, Juan José Varela y el Dr. Eduardo López en la presidencia, emitieron el histórico veredicto del cual se conocerán sus fundamentos la próxima semana.

Conformes con la sentencia
La madre de la menor presenció la sentencia y se retiró emocionada de la sala de juicio, señalando su abogado, el querellante Francisco Ibarra, que quedaron conformes con la sentencia.
“Es un fallo ejemplar con una sanción contundente, 11 años de prisión y asimismo la detención inmediata”, dijo.
Sobre la detención opinó “seguramente se ha valorado que el imputado sobre la base de un pedido de detención, ya que en la indagatoria indicó que no tenía residencia ni medio de vida alguno en la provincia, es considerado riesgo procesal que no tenga arraigo en la ciudad o familia, lo que garantiza que no se pueda profugar”, evaluó.
Ibarra aseguró que habían pedido una pena más alta -16 años- a partir de que Vázquez “era sumamente allegado, era el confesor de esta familia, el abuso en medio de un grado de confianza muy grande que le facilitó la comisión de este hecho delictivo”.
“Estábamos totalmente convencidos del juicio y la solidez de la prueba, y fundamentalmente la solidez del testimonio de la víctima, acreditando cada uno de los extremos de este testimonio, fue un conjunto de pruebas no solo con la declaración de la víctima, porque estos delitos se dan en el ámbito privado”, dijo, agregando finalmente, “hay situaciones anteriores y posteriores al hecho que confirmaron el relato de la menor”, concluyó.