“Mientras tenga vida, sigue la lucha”

Evo Morales llegó poco después de las 14:00 al Distrito Federal de México, país que le brindó asilo político y lo trasladó en una aeronave del ejército que debió realizar un largo periplo para poder cumplir su misión.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, al llegar a la ciudad de México.

BUENOS AIRES (NA).- El renunciante presidente de Bolivia, Evo Morales, arribó ayer a la tarde a México, dijo que el gobierno de ese país le “salvó la vida” al concederle asilo, y anunció que “mientras tenga la vida, seguimos en política, seguimos en la lucha”.
Morales llegó acompañado por su hermana, su hija y otros dos funcionarios renunciantes, momentos después de que se registraran algunos incidentes en la puerta de la aeroestación entre manifestantes y fuerzas policiales.
Al descender del avión de la Fuerza Aérea de México, Evo se refirió a los inconvenientes que tuvo que atravesar su gobierno en el final abrupto de este domingo.
“Son ilegales, han robado, incendiado, saqueado casas, hay secuestros, han amenazado, han hostigado a dirigentes sindicales para lograr sus renuncias”, afirmó.
También dijo que un miembro del ejército de Bolivia le aseguró el sábado que le habían ofrecido 50.000 dólares para que lo entregara.
“El gobierno mexicano me salvó la vida. Quiero decir gracias, amigos, a las autoridades de este país. Pero también quiero decir que mientras tenga la vida, seguimos en política, seguimos en la lucha”, aclaró Morales en su diálogo con la prensa.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, quien fue el encargado de recibirlo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), se expresó minutos antes de la llegada para destacar el trabajo de la tripulación.
En horas de la mañana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y el canciller explicaron el complicado periplo de la aeronave que trasladó al exmandatario boliviano, debido a que se enfrentó a una serie de problemas legales con los trámites para entrar y salir de diferentes naciones.
La aeronave viajó desde México a Perú, donde hizo escala en Lima, pero ya en Bolivia, la misión se topó con inconvenientes.
A la tripulación se le negó el permiso para recoger a Morales, por lo que tuvieron que regresar a Perú, a la espera de una autorización de ingreso a Bolivia.
Originalmente se tenía el permiso del Gobierno de Martín Vizcarra, pero con Evo Morales ya en el avión, el canciller peruano notificó a Ebrard que, por decisión política, se cancelaba la autorización.
Ante la negativa del Gobierno peruano, Ebrard habló con el canciller de Paraguay, quien accedió a que el avión mexicano descendiera en la ciudad de Asunción para reabastecerse.
Más tarde, Paraguay denegaría la salida, situación que pudo revertir la embajada de la nación azteca en tierra guaraní.
A su partida, Bolivia impidió que la aeronave mexicana sobrevolara de regreso su espacio aéreo, por lo que se tuvo que solicitar permiso a Brasil y luego a Perú.
Los problemas reaparecieron en Ecuador, porque el Gobierno de Lenín Moreno también se negó a permitir el paso de la aeronave.
“La última vicisitud que nos refieren fue que se tuvo que rodear Ecuador porque ya estando en vuelo, les dijeron que no les permitían sobrevolar el espacio aéreo y que lo iban a revisar, entonces hubo que rodear para entrar a aguas internacionales y poder continuar el vuelo”, explicó el canciller.