Iglesias: “Los Comercios pueden establecer excepciones”

Lo dijo José Luis Iglesias, presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande respecto a lo sucedido esta semana cuando una vecina ingresó a comprar a un supermercado junto a su hija de cinco años. Después de lo sucedido, la vecina había denunciado que en el local la trataron mal, y pidió que los protocolos contemplen casos excepcionales.

Mariana es la vecina que planteó la necesidad de contemplar situaciones especiales durante el aislamiento.

La mala experiencia que vivió Mariana Petrone, mientras hacía las compras esta semana, se conoció en toda la ciudad. Al intentar entrar al local junto a su hija de cinco años, después de haber esperado en la vereda como todas las personas, el empleado de seguridad se negó a permitirle el ingreso.

“Me dijo que no podía entrar con la nena. Y la verdad es que me dejaron ahí en la vereda esperando mientras venía el gerente. Muerta de frío, con la nena, después de haberme comido la fila”, contó la mujer.

Finalmente, ingresó al local, para hacer las compras básicas: “La verdad, que fue horrible, el gerente persiguiéndome por las góndolas, yo intentando hacer la compra, que compré la mitad de las cosas. Siempre voy con mi hija, pero esta vez, no estaba en la vereda el chico que vende pan, que es con quien la suelo dejar mi nena, mientras compro”, relató.

El Sureño consultó al presidente de la Cámara de Comercio en cuanto a la respuesta del comercio: “La verdad es que el protocolo prohíbe el ingreso de los niños. Además, el local realmente tiene la herramienta de recurrir al derecho de admisión. Y el empleado que está ahí tiene que hacer cumplir esos protocolos. Pero también es cierto que cada local tiene la posibilidad de determinar las excepciones. Se puede hacer que en un lugar determinado la criatura espere, o se le puede ofrecer un servicio gratuito de delivery, hay infinidad de posibilidades”, opinó Iglesias.

“Lo que más me molestó, además, es que no se tenga en cuenta. Que no se contemple al situación, porque no creo que yo sea la única mujer de la ciudad que tiene que ir a comprar con la hija. Y si tiene tres o dos años, ¿la vas a dejar en la vereda? Creo que hay un error muy grande de comunicación, que no está establecido ni claro cómo actuar en casos excepcionales”, finalizó la mujer.