Exsubjefe de la Policía se declaró culpable

Angel Darío Monzón aceptó haber abusado sexualmente de una niña desde que tenía 8 años y hasta que se hizo adolescente, a los 14 años. A partir de un juicio abreviado el exfuncionario de la Policía de Tierra del Fuego podría ser condenado a 12 años de cárcel.

Ángel Darío Monzón (65 años), desde 2001 al 2003 fue subjefe de la Policía de Tierra del Fuego.

RÍO GRANDE.- Ángel Darío Monzón (65 años), quien se desempeñó desde 2001 al 2003 como subjefe de la Policía de Tierra del Fuego, admitió y ratificó ante un juez en San Juan haber abusado y corrompido a una niña entre los 8 y los 14 años. Por todas esas maniobras contra la integridad sexual de la menor, aceptó 12 años de cárcel.

La información fue adelantada el pasado miércoles por el Diario de Cuyo. Indica que Monzón, cuando se jubiló se fue a vivir a San Juan, en esta provincia sometió sexualmente a una niña desde los 8 años y que de tanto ultrajarla llegó a corromperla y sus maniobras terminaron cuando la menor tuvo 14. Después de meses la adolescente contó a sus compañeras de secundaria lo que le había hecho este hombre que era su pariente político.

Luego sus amigas fueron claves para que lo contara todo a su mamá. El 7 de agosto de 2019, el comisario general retirado, Ángel Darío Monzón, fue detenido y ahora decidió evitar un juicio común y realizar un proceso abreviado a través de su defensor, Enzo Penizzotto, con la fiscal de Cámara Penal Marcela Torres.

En el acuerdo ratificado ante el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h), Monzón admitió que cometió los delitos de abuso sexual simple reiterado, abuso sexual con acceso carnal reiterado y corrupción de menores agravada, dijeron fuentes judiciales. Por todas esas maniobras contra la integridad sexual de la menor, aceptó los 12 años de cárcel, precisaron.

Le daba regalos

El Diario de Cuyo informó que cuando la madre de la niña conoció la verdad, le costó creerlo, pues era su pariente político, al que visitaban con alguna frecuencia en su cómoda casa de un barrio privado de Santa Lucía. Siempre se había mostrado respetuoso y cariñoso con su hija.

Se supo que la menor, en cambio, había revelado que cuando se quedaban a solas la besaba, la manoseaba y que hasta llegó a lesionarla con sus dedos. Le hacía regalos para conseguir su silencio.

El 23 de julio del año pasado la madre de la menor se animó a denunciar y en cuestión de días el entonces juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo ordenó meter preso a Monzón.

Las pruebas respaldaron esa decisión, pues la psicóloga que analizó el relato de la menor determinó que no mentía, por el detalle de las experiencias que describió, por el contexto no verbal que acompañó sus dichos (gestos, posturas). El informe del médico sobre la presencia de lesiones fue otra prueba contra el exjefe policial. Monzón nada dijo cuando le tocó defenderse con una declaración indagatoria. El juez tiene la última palabra. (Fuente: Diario de Cuyo).