Juan Bettiga remitió una carta a la Embajada de Rusia para solicitar que su hijo sea desafectado de su obligación militar y se le permita volver a nuestro país. Explica que padece una grave enfermedad y necesita estar acompañado del joven.
USHUAIA.- Gianni Dante Bettiga es un joven de 23 años que viajó desde Ushuaia a Rusia para estudiar idiomas. Sin embargo, en las últimas horas se conoció, a través de su padre, Juan Bettiga, que el joven fue enviado directamente al frente de batalla en el conflicto que Rusia mantiene con Ucrania.
Por tal motivo su padre, Juan Bettiga, remitió una carta a la Embajada de Rusia para solicitar que su hijo sea desafectado de su obligación militar y se le permita volver a nuestro país. No obstante, la situación se complejiza dramáticamente dado que, al no existir relaciones exteriores bilaterales directas con Rusia, todos los trámites son prácticamente imposibles de realizar.
La situación se vuelve aún más crítica por el estado de salud de Juan Bettiga. El padre señala que padece cáncer de hígado y, sumando un factor de peso a su solicitud de ayuda humanitaria, anexó su historia clínica junto con otros problemas.
Juan Arnaldo Bettiga, en una misiva dirigida a Andréi Rémovich Belousov, ministro de Defensa de las Fuerzas Armadas de Rusia, solicita que se ordene la inmediata dispensa de las obligaciones militares que actualmente cumple mi hijo Gianni Dante Bettiga en defensa de la Federación apostado por la zona de Donestk, Batallón 3* del regimiento 57.
En la nota señala que “hace un tiempo se me ha diagnosticado con «cáncer de hígado», de la cual me he sometido a diversos tratamientos para tratar no solo de mitigar sus efectos y consecuencias negativas y poder así seguir el desarrollo de mi vida, sino también para intentar llegar a mi recuperación definitiva”.
“Mi situación es de extrema vulnerabilidad ya que todo el procedimiento de asistencia y tratamientos médicos que mi enfermedad conlleva, son urgentes y sensibles. Los médicos me han indicado que si bien los procedimientos médicos que llevaré a cabo pueden atenuar o aligerar los efectos del cáncer”.
“Para poder sobrellevar todo este tratamiento no cuento con nadie más cercano que no sea mi hijo Gianni Dante Bettiga, ya que hace aproximadamente 3 años me encuentro divorciado y vivo solo en mi localidad desde que mi hijo se trasladó a Rusia para estudiar su idioma y luego tomó la honorable decisión de formar parte de la unidad militar de Ekaterimburgo en Rusia, bajo el mando del Teniente Coronel Kokánov VA”.
“El acompañamiento y cuidado que requiero es crucial no solo porque la carga emocional que me recae es muy grande, sino porque además mi situación es delicada como para que pueda llevar a cabo los tratamientos médicos por mi cuenta. Además, en el caso de llegar a un trasplante de hígado, cuento únicamente con mi hijo para realizarme transfusiones de sangre y así poder afrontar dicha intervención quirúrgica, debido a que él es mi único hijo. También es importante destacar, que en el caso de realizar el trasplante, es mi hijo la única persona con mayor compatibilidad, ya que de mi familia cuento con medio-hermanos, mi madre tiene más de 70 años y mi padre biológico ya está fallecido, y como indica el médico, se requiere donante vivo de entre 18 y 35 años, con compatibilidad directa”.
“Por todos los motivos hasta acá expuestos, y apelando a las razones estrictamente humanitarias que inspiran el derecho internacional y las relaciones diplomáticas entre la nación argentina y Rusia, es que solicito ante esta honorable Embajada que arbitre las medidas necesarias para que mi hijo sea desafectado de sus obligaciones militares y se le conceda la baja humanitaria del servicio militar de la Federación Rusa, con la finalidad de que vuelva a Argentina para mi acompañamiento en los tratamientos médicos necesarios”.