Desalojaron a una familia que alquilaba una casa en un terreno usurpado

Quienes dicen ser dueños de un terreno usurpado de los asentamientos, volvieron del norte y desalojaron por la fuerza a la familia que les alquilaba la vivienda. Un ejemplo de la realidad de las usurpaciones y la necesidad de la gente, con la que muchos hacen negocios.

RIO GRANDE.- El caso de Maira es uno de tantos. Familias que alquilan o compran viviendas o terrenos en sectores que fueron usurpados previamente. Por necesidad o desesperación, acceden a los precarios alquileres, mientras quienes se dicen “propietarios” realizan sus negocios con varios terrenos y hasta viviendas sociales.

La semana pasada se conoció la historia de una familia que intentaba ser desalojada por los supuestos “dueños”. Se trata de una precaria vivienda ubicada en un terreno que fue usurpado en los asentamientos, uno de tantos que poseen.

Fue el jueves pasado, cuando en medio del revuelo llamaron a la Policía y a los medios de comunicación y todo se calmó. Pero pocas horas después llegaron varias personas que compulsivamente desalojaron a la mujer, su esposo y los hijos de 5 y 2 años y el pequeño de 10 meses.

“Ahora estoy en el Hotel Rawson porque intervino el Municipio pero solo por dos días. Yo estaba alquilando la casilla que estaba en un terreno usurpado cuando llegaron los que dicen ser dueños”, contó la mujer.

Incluso quienes dicen ser los dueños, tampoco viven en la provincia. “Ellos estaban en Tucumán y hace dos semanas atrás se había metido otra gente al lado, ahí se enteraron y vinieron el jueves de la semana pasada. Rafael Acuña nos dijo que nos daban hasta este jueves para retirarnos; pero dónde vamos a conseguir un alquiler en tan poco tiempo. Y nosotros le habíamos pagado dos meses adelantados”, relató.

Luego de la intervención de la Policía el primer conflicto parecía haberse apaciguado pero “cuando se fueron todos, a las seis de la tarde, apareció un montón de gente y ahí entraron a sacarnos por la fuerza, pateaban todo, sacaron a mi bebé de diez meses en pañales, al de cinco en medias, sin zapatillas”.

“Me sacaron todo para afuera, le pagaron a unos matones para que nos desalojen”, aseguró.

La mujer señaló que “el terreno había sido usurpado, cuando vino la gente de Tierras dijeron que esos terrenos eran fiscales, que no se podían vender ni alquilar, pero aun así lo hacen”.

Además se pudo saber que el hombre ha usurpado varios terrenos, tiene casas de alquiler en terrenos usurpados además de una casa social y vive en el norte del país la mayor parte del año.

“A mí me echan como si tuvieran derecho, cuando yo le pagué además, porque pagaba 4500 pesos de alquiler”, lamentó.