Muchas personas viven con una pérdida de audición no detectada. La evaluación luego del nacimiento es el primer paso para abordar el problema. A medida que crecemos, los controles periódicos y el conocimiento de buenos hábitos son medidas esenciales para resguardar nuestra salud auditiva.
BUENOS AIRES.- En todas las etapas del ser humano, es muy importante la salud auditiva para conectar con los demás y con el mundo. El contexto de las urbes nos somete a una constante y abrumadora contaminación auditiva, que con el tiempo, puede convertirse en trastornos auditivos.
Este año el lema del “Día mundial de la Audición” fomenta la consulta de pacientes a tiempo a especialistas en Otorrinolaringología y Audiología, el acceso de pacientes hipoacúsicos a equipamiento auditivo y/o servicios de rehabilitación y programas de prevención.
Nuestro otorrinolaringólogo, el Dr. Alexander Sáenz, nos comparte algunos consejos y sugerencias para tener en cuenta a la hora de la prevención de los trastornos auditivos:
-Los recién nacidos deben ser evaluados por una especialista en audiología para poder realizar una detección temprana de hipoacusias.
-No realizar limpiezas de oídos con hisopos o cotonetes ni con cualquier elemento que se introduzca a la cavidad del oído. Si tiene molestias consulte con un otorrinolaringólogo.
-Para comunicarse con una persona que tenga dificultad para oír es recomendable hablarle de frente, mirando a los ojos y modular correctamente.
-Realizar controles periódicos con su especialista de confianza.
-Evitar el uso de dispositivos de auriculares a altas intensidades, y en caso de hacerlo que sea un corto periodo de tiempo.
“Nuestra capacidad de audición es un bien muy preciado y, si no se tratan, las pérdidas auditivas pueden acarrear consecuencias devastadoras en la capacidad de las personas para comunicarse, estudiar y ganarse la vida. Además, también pueden afectar a su salud mental y a la posibilidad de que mantengan relaciones”.