“Creo que en Tierra del Fuego está el caballo más rústico y resistente del mundo”

Martín Ochoteco, el domador de caballos, está de visita en Tierra del Fuego. Contó detalles del seminario que brinda este fin de semana y del proyecto que lo llevará a internarse en Península Mitre para tratar de domar a un caballo salvaje fueguino.

RIO GRANDE.- El viernes llegó a Tierra del Fuego Martín Ochoteco, el amansador de caballos conocido por su particular método de doma sin violencia. No es la primera vez que viene, pero sí su visita más esperada. En su paso por la isla está brindando desde ayer un seminario sobre “sacada de mañas”. Pero también viene a organizar quizás su proyecto más ambicioso para este año: internarse en Península Mitre, encontrar un caballo salvaje fueguino y domarlo.

“Es un proyecto muy importante para mí”, asegura Ochoteco; explica que “tengo una teoría sobre el caballo de Tierra del Fuego que me gustaría comprobar”.

Sin dudar sobre lo que afirma, el experimentado domador dice: “Creo que en Tierra del Fuego está el caballo más rústico y resistente del mundo, quiero filmarlo pero comprobarlo en serio”.

Y no sólo eso, su idea es “agarrarlo y llevarlo a competir contra otras razas a las que yo creo que les gana, para demostrar esa teoría”.

¿Qué hace tan particular al caballo salvaje fueguino? “La rusticidad que tiene, el hecho de que durante 200 años, debido a la selección genética y natural, al no intervenir un criador, la selección es toda por aptitud y el padrillo más fuerte es el que arma su manada y así la mejor selección”.

Lo que diferencia a Tierra del Fuego es que es isla. “El caballo no tiene la influencia que tiene el caballo en un continente por la mezclas. La cruza de sangres en lugares grandes es bueno porque se potencian las virtudes y los defectos. Este lugar, que es tan abierto, termina siendo según mi teoría bueno; ahora me gustaría tener la oportunidad de poder comprobarlo”, sostiene.

Encontrarlo será una tarea difícil, y lo sabe. “Me voy a internar en Península Mitre que es un lugar bastante inhóspito, ahí están los más salvajes de todos”, cuenta.

Ochoteco asegura que es quizás el desafío que más lo entusiasma este año y que podría concretarse en noviembre o diciembre. Una idea que tiene en mente hace tiempo y que llevará aparejada una gran complejidad.

Península Mitre, con sus más de 240 mil hectáreas y un terreno complicado, será el escenario de la doma del fin del mundo. Lo primero será encontrar al caballo, luego hacerlo entrar a algún lugar para agarrarlo.

“Yo no lo voy a correr en moto o helicóptero y a tirarle un dardo. Lo tengo que agarrar sin violencia, con paciencia. Es llegar, acercarme, meterme a algún lugar despacio sin que se golpee y despacio poder acercarme, sin asustarlo y domarlo por las buenas”, describe con la precisión de quien ya imagina cómo será ese momento.

Pero antes de comenzar a delinear ese proyecto, este fin de semana se encuentra en Estancia Los Alamos (Laguna Kosovo) con casi 300 personas que participan del seminario que vino a dictar a la provincia.

“En los seminarios enseño los resultados que tengo de manera no violenta, veo casos que no conozco y que me encontraré ahí, les enseño un poco lo que es el lenguaje del caballo, la psicología del animal; cómo moverse para tener resultados, qué hacer y qué no hacer; en la charla sale mucho según lo que hace cada caballo”, explica.

La paciencia es la gran virtud de este muchacho que se gana la confianza de los potros con demostraciones de afecto y firmeza.

¿Qué es la doma baqueana?

Lo mío es todo lo contrario a la doma tradicional. Lo mío es domar, amansar, enseñarle cosas al caballo, que sea un caballo que tenga una utilidad y lo hago por la vía del buen trato, hay gente que termina domando, maltratando, que es lo que tradicionalmente se ha hecho. La jineteada no tiene nada que ver, es una pelea. Tampoco tiene que ver con la doma tradicional, de lo que hay mucho todavía. Hoy en día está totalmente comprobado que hay mejores resultados sin violencia, los caballos no se lastiman, el caballo entiende, no es necesario pegarle. Con esta técnica se requiere mucho menos tiempo y tiene menos riesgo.
¿Cómo comenzaste en esto de la doma?

Empecé un poco por casualidad, teníamos una manada y un domador muy bueno que ya no domaba más. Empezamos a llevar unos caballos a domar, se habían arruinado todos prácticamente y me acuerdo que vino uno que trató dos años con una yegua. Insistí para que me la entregue, la yegua no sabía frenar ni doblar, corcoveaba, te pateaba y te mordía; era un desastre, y ahí yo pensé peor que esto no se puede domar. Me empecé a subir a esa yegua y la compuse. Esa fue la primera experiencia donde me voy animando. Después empecé más adelante a domar y armar mi manada. Empecé medio tranquilo, no buscando ser domador, y cuando quise acordarme fui a ayudar al Hipódromo de Buenos Aires y empiezo a domar como mi primer trabajo.
-Estas formas chocan con los métodos tradicionales que se han transmitido de generación en generación en el país…

-Argentina tiene una tradición -en general- bastante violenta. Aunque no es tanto como otros países de América Latina, como México o Perú. Si uno recorre la historia, el gaucho usaba al caballo como un medio de supervivencia, incluso cuando peleaba contra el indio. No había alambrado, por lo que debía enlazarlo, taquearlo, maniatarlo. El indio tenía otra relación con el animal y le daba mejores resultados. De todos modos, vemos que este maltrato ha seguido sin ningún sentido.

-Hace más de tres años tenés tu programa en National Geographic ¿Qué le aportó la televisión a tu trabajo?

-Me abrió muchas posibilidades, hizo que surgieran ofertas laborales que de otra manera no habrían llegado nunca, sobre todo en mi país. Aquí tenía que estar demostrando eficiencia, como que me estaban evaluando todo el tiempo. Esto le dio mayor credibilidad a mis métodos.
-¿Qué vamos a poder ver este año?

-Acabo de grabar el primer programa producido por mí haciendo el cruce de la cordillera, el segundo será en Traslasierra (Córdoba), y me gustaría hacer algo bien armado en Tierra del Fuego. Es el que más va a costar por el tema de agarrar ese caballo, seguramente será en noviembre-diciembre de este año.

“Cuando logro domar un caballo algo cambia en el universo”, es su frase de cabecera.