Condenaron a un proxeneta por obligar a sus parejas a prostituirse en Santa Fe, Paraná y Tierra del Fuego

Se trata de un santafesino de 28 años al cual un fallo judicial le impuso una pena de 6 años de prisión por haber captado y acogido a dos mujeres a las cuales obligó a ejercer la prostitución y sacar provecho económico. Una de ellas ejerció la prostitución en dos Privados de Río Grande.

RIO GRANDE.- Nicolás Alejandro Carreón (28), un proxeneta del barrio Villa del Parque, que fue detenido por captar y explotar sexualmente a dos santafesinas entre 2015 y 2020, fue recientemente condenado por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe a la pena de 6 años de prisión.

Carreón fue declarado autor penalmente responsable de “explotación de la prostitución de una persona, agravado por mediar engaño, violencia, amenaza y abuso de una situación de vulnerabilidad de la víctima y por su calidad de conviviente”.

El fallo fue luego de una investigación que se instruyó en la Fiscalía Federal N°1, a cargo de Gustavo Onel, y que permitió rescatar a dos mujeres que fueron sometidas sexualmente en medio de un contexto de engaños, violencia y amenazas. Una de esas mujeres ejerció la prostitución en dos Privados que funcionaban en Río Grande, hasta que logró escapar ayudada por un camionero.

Según lo consigna el Portal airedesantafe.com.ar; el caso se retrotrae al 2015 cuando Carreón conoció a Eme (su verdadero nombre se mantiene en reserva), una joven de bajos de recursos económicos y a la cual le prometió un mejor futuro. Primero vivieron en un rancho detrás del country Altos de la Ribera, casi a orillas del río Salado, en jurisdicción de Santo Tomé. Luego en una vivienda del barrio Los Hornos y, por último, en la casa de Carreón, en Pasaje Irala al 4400 del barrio Villa del Parque.

Durante ese tiempo, el hoy condenado se ganó la confianza de su pareja y luego su voluntad, a tal punto que la obligó a pararse en distintas esquinas de la ciudad de Santa Fe y la región, acostarse con quien pase por el lugar, a cambio de dinero, y pasar sus noches entre hoteles y pensiones.

La primera “parada” fue en Castelli y Zavalla en donde Eme tuvo que estar desde las 18 horas hasta la medianoche. La misma secuencia se repitió en Puerto General San Martín, frente a una gomería de la ruta nacional 11, y también en Paraná, en la zona del Parque Industrial, en donde tenía que permanecer desde las 20 hasta las 3 de la madrugada. La explotación sexual implicó además ser trasladada a eventos en autódromos de la ciudad de La Plata, Concepción del Uruguay, San Luis, Concordia, Rafaela, Río Hondo y en tres prostíbulos, la ciudad de Rafaela.

Durante ese tiempo, Carreón se adueñó de la vida de Eme. Le decía de que manera vestirse, cómo atender a los clientes y cuanto recaudar cada noche. En caso de no lograr determinada suma de dinero, la víctima sufría golpizas por parte de Carreón.

El quiebre de ese violento contexto comenzó en agosto del 2019, cuando el proxeneta obligó a la víctima a viajar a la ciudad de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego, para ejercer la prostitución en dos prostíbulos ubicados en Juárez Celman al 2300 y Yugoslavia al 1200, los cuales eran regenteados por un hombre y una mujer. En dichos inmuebles (que fueron con posterioridad clausurados por una causa de la Justicia federal de esa jurisdicción) se encontraban otras santafesinas que debían ofrecer sus servicios sexuales a los prostituyentes que asistían al lugar y además atender a clientes que se contactaban por medio de una app de citas.

Eme permaneció en ese contexto durante cuatro meses hasta que logró escapar gracias a un camionero que trasladaba electrodomésticos y que permitió su retorno a la ciudad de Santa Fe. Al regresar a la vivienda del barrio Villa del Parque, en donde vivía, la víctima volvió a ejercer la prostitución, pero como se negó a darle el dinero obtenido de sus pases sexuales a Carreón, este la golpeó brutalmente y encerró. Luego la trasladó hasta una propiedad de la zona de Villa Oculta, en donde nuevamente siguió hostigándola hasta que la mujer logró escapar y radicar la denuncia contra el proxeneta.

A causa de esa denuncia, la víctima sufrió una serie de aprietes. Uno ocurrido en Puerto General San Martín, el 20 de noviembre del 2020, cuando fue abordada por dos mujeres que la apuñalaron y le dijeron “esto es por Nico”. Y otro, sucedido un mes después, y protagonizado por dos hombres que interceptaron a Eme cuando entraba a su casa y le gritaron “vigilanta te vamos a agarrar”.

El mismo sometimiento también fue vivido por Ele (nombre ficticio para reservar su identidad) a quien Carreón la captó entre febrero y agosto del 2020. Al igual que con Eme, el proxeneta inició una relación con Ele para ganar su confianza. La llevó a vivir a su casa del Pasaje Irala al 4400 en donde se aprovechó de su situación de vulnerabilidad, ya que se prostituía desde los 14 años, y la convenció para que ejerciera la prostitución en Junín y San Luis, esquina a la que el proxeneta la llevaba en moto de lunes a viernes, entre las 20 y 3 de la madrugada. Luego la buscaba y obligaba a entregarle todo lo recaudado. Inclusive, según revelaron fuentes judiciales a AIRE, la forzaba a generar por lo menos diez mil pesos por noche. Caso contrario, la agredía verbalmente y físicamente. “Acá no vengas con 2 mil, corta. De 10 mil para arriba. Si no ya fue”, fueron algunos de los mensajes que la víctima recibió.

Carreón a su vez le concertó encuentros sexuales a través de una web de citas, los cuales tenían lugar en un hotel de calle Crespo de Santa Fe y hasta en alguna oportunidad la persuadió para que vaya a Paraná a hacer “la parada” en la zona de avenida Almafuerte, en inmediaciones del Puente de Hierro.

Ese contexto tuvo su fin el 29 de agosto del 2020, cuando Ele le dijo a Carreón que no quería seguir ejerciendo la prostitución, por lo que el proxeneta la golpeó y amenazó y tal como hizo con Eme, encerró a la chica en la casa de Villa del Parque y privó de su libertad. En medio de esa situación, la víctima logró llamar a la policía y ponerle punto final al sometimiento.

El caso fue investigado por la Agencia de Trata de Personas e inicialmente se tramitó en la Justicia provincial. Sin embargo, luego pasó a la órbita federal y terminó con un procesamiento dictado por el juez federal Reinaldo Rodríguez tras haberse radicado en la Fiscalía Federal N°1. Culminada la instrucción de la causa, el expediente fue girado al Tribunal Oral Federal de Santa Fe, en donde el pasado 21 de abril, el juez José María Escobar Cello homologó un juicio abreviado cerrado entre la Fiscalía General y el abogado Luis Rittiner. El mismo impuso una condena de seis años de cárcel para el proxeneta el cual fue declarado autor penalmente responsable de “explotación de la prostitución de una persona, agravado por mediar engaño, violencia, amenaza y abuso de una situación de vulnerabilidad de la víctima y por su calidad de conviviente”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *