Tenía 58 años y vivía en la calle Las Aguilas en el barrio Andino. Fue encontrada por su pareja en la bañera. Su cuerpo estaba seccionado y presentaba heridas de arma blanca. Un testigo vio salir a un hombre de la casa que vestía pantalones cortos y un buzo con capucha. La policía descartó el móvil del robo y busca a este sujeto, que sería sobrino de la víctima.
USHUAIA.- Una mujer fue encontrada descuartizada en su casa en un hecho de sangre atroz por el que la policía busca a un sospechoso que sería sobrino de la víctima, informaron fuentes policiales.
La fallecida fue identificada como Julia Mónica Guerra (58) la cual fue encontrada cerca de las 9:15 de la mañana del domingo por su pareja, quien estaba ausente y se encontró con la trágica escena, informó la policía. La mujer estaba en la bañera de su domicilio de la calle Las Aguilas 1476. Presentaba heridas de arma blanca y parte de su cuerpo estaba seccionado, indicaron las fuentes allegadas al caso.
Inmediatamente su pareja solicitó la presencia policial y la policía comenzó a recabar datos en la zona. Una vecina habría visto egresar de la vivienda a un sujeto que estaba de pantalones cortos y un buzo color oscuro con capucha.
Tras averiguaciones realizadas se habría constatado que dicho individuo poseía similares características a la de un sobrino. La policía se dirigió a la casa de Guillermo Daniel Díaz Guerra, el cual no se encontraba en su domicilio de Alem al 
2400.
Por dicha razón la jueza de feria María Cristina Barrionuevo ordenó su captura a los efectos de ser indagado sobre por qué fue a la casa de su tía que apareció asesinada de una manera alevosa.
La Policía montó un intenso operativo en todos los barrios de Ushuaia, principalmente en la zona alta y en la salida de la ciudad. El sujeto estaría debidamente identificado y se aguardaba su detención para ponerlo a disposición de la justicia penal de Ushuaia.
Ayer, ante el intenso movimiento vehicular entre Ushuaia y Río Grande, la policía realizó un intenso control en todos los vehículos particulares, pidiendo la apertura del baúl de los autos y verificando a los ocupantes; explicando a la gente sobre la búsqueda del homicida.
Un patrullero de la policía estacionado frente al domicilio donde ocurrió el estremecedor hecho de sangre.
Personal policial, en el patio de la vivienda particular.