Los celulares de Tierra del Fuego sumarán baterías, cables y cargadores nacionales

El siguiente paso serán los tornillos, todas medidas que beneficiarán a las empresas instaladas en la isla y a las proveedoras de otras provincias.
INFOBAE.- La medida fue aprobada a fines de noviembre por la Secretaría de Industria, pero recién ahora cobró trascendencia.

En sus artículos, prevé que desde ahora “todos los insumos utilizados para el embalaje, etiquetado, folletería y manuales así como las bolsas plásticas de accesorios deberán ser de origen nacional”.

“A partir del 1 de enero de 2017, al menos el 15% de las baterías utilizadas deberán ser de origen nacional”, dice la resolución, que plantea el alza de ese porcentaje a 30% un año después y al 50% a partir del 1 de julio de 2018.
Por otro lado, estableció que desde el 1 de julio de 2016, “al menos el 10% de los cables de datos utilizados deberán ser de origen nacional. A partir del 1 de enero de 2017 al menos el 25% (…), a partir del 1 de julio de 2017 al menos el 50% y en enero de 2018 al menos el 75%”.
En cuanto a los cargadores, la Resolución 1219/2015 dice que los fabricantes deberán incorporar al menos 10% de esos accesorios de origen nacional en julio de 2016. Los porcentajes trepan para llegar al 75% a partir de enero de 2018.
Tal como en las baterías, la incorporación de tornillos será algo más lenta. En enero de 2017 el 10% deberán ser de origen nacional y en 2019 el número deberá llegar al 30 por ciento.
Baterías y tornillos fueron dos componentes que generaron cautela en la industria, explicó Juan Ignacio García, secretario de Industria de Tierra del Fuego. En el caso de los tornillos, el planteo fue que no era un insumo significativo en la producción nacional y que, además, tenía un costo “relativamente bajo”.
Sin embargo, nacionalizarlo implicaría el riesgo de aumentar la cantidad de residuos derivados de la producción, debido a que muchos de los kits que importan las marcas para armar los celulares ya los incluyen y es difícil evitar que eso suceda. “No significa que eso vaya a ocurrir, pero el celular es un producto que se fabrica de a millones y no queríamos correr el riesgo de terminar con millones de tornillos en la provincia con los cuales no sabríamos qué hacer”, advirtió García en declaraciones a TSS.
El problema con las baterías radica en lo incipiente que es el desarrollo local del componente y la gran variedad que emplean los smartphones.
“Las fábricas que proveerán estos insumos son pymes que invirtieron en maquinaria, recursos humanos y debieron superar pruebas para garantizar que trabajan con estándares internacionales de calidad”, señaló Jorge Luis Cavanna, titular de Cadieel, cámara que agrupa a los fabricantes de equipos y productos electrónicos.
En ese sentido, recordó que los fabricantes argentinos de baterías y cargadores para productos tecnológicos como teléfonos celulares, tabletas y equipos informáticos portátiles se encuentran en condiciones de abastecer gran parte del mercado argentino en lo que consideraron una “gran oportunidad de avanzar en el desarrollo de tecnología que permitirá crear empleo calificado y sustituir importaciones sin requerir un solo peso de ayuda ni beneficios fiscales”.
Este grupo de fabricantes ya invirtió más de $40 millones y están en condiciones de realizar un nuevo desembolso por otros $140 millones para crear 400 nuevos empleos en caso que las baterías y cargadores fabricados en la Argentina se apliquen a sustituir importaciones.

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