Penitenciarios condenados por torturas aseguran que la Justicia actuó mal y denuncian “un pacto de silencio”

A más de tres años de producida la condena de 9 años de prisión contra tres agentes del Servicio Penitenciario por supuestas torturas, los detenidos decidieron quebrar el silencio. José Franco y César González, quienes fueron sentenciados junto a Rubén Fernández, cuestionaron la labor investigativa ante el advenimiento de un segundo juicio por tormentos contra otros reclusos.RIO GRANDE.- César González, José Franco y Rubén Darío Fernández permanecen detenidos desde el 2012 en que recibieron una pena de 9 años de prisión por los tormentos infligidos al recluso José Carmelo Castro Molla en diciembre de 2008, en un proceso en el cual sostuvieron su inocencia.

Pasado el tiempo y ante la posibilidad de un segundo juicio por “torturas” contra otros reclusos que estaban esa misma jornada en el lavadero de la Unidad de Detención, rompieron el silencio dando cuenta del accionar de otros penitenciarios, lo cual estaría sellado bajo un “pacto de silencio”.

En ese sentido José Franco expresó en declaraciones a FM Líder: “Ya el 26 de febrero pasado declaré y me puse a disposición de la Justicia, pasaron tres años, estoy arrepentido, quise colaborar para que se aclare y se sepa la verdad de lo que pasó ese día. Hice ampliación de indagatoria, tomé esa decisión, pedí hablar con el fiscal Mayor Quadrini y me dijo que no podía hablar, pero me enteré por terceros que estaba esperando llevarnos a juicio y ponernos una bocha de años”.

Allí agregó: “Estoy arrepentido de haber callado tanto tiempo, ocurrieron en el juicio muchas irregularidades que al momento de recibir la condena seguimos la estrategia de nuestros abogados, no tuvimos justicia y decidí contar lo que pasó ese día”, asegurando a continuación que “ese día fue una requisa violenta, pedí tomaran declaración a varios funcionarios y no hicieron nada, no pienso quedarme más callado, no pertenezco al sistema, a pactos de silencio, corporativismo, porque caés en eso estando en una fuerza”, dijo.

“Pedí medidas al día de la fecha no hay nada, pedí careos con mis compañeros; yo laburé 12 años en el servicio como sargento con orientación penitenciaria, fue violenta la requisa, hubo muchos funcionarios penitenciarios que golpearon y hubo oficiales jefes que vieron y los únicos imputados somos nosotros” señaló. Y agregó, sin querer precisar los nombres que dio a la Justicia, “son muchos los penitenciarios, el Fiscal no está haciendo bien su trabajo, se tenía que investigar, realizar estudios psiquiátricos a los internos y no se hizo nada” dijo Franco; quien en su declaración reconoció que dio “un cachetazo” a Castro Molla y que por ello purga la actual condena.

En relación al segundo juicio que está esperando la definición de la situación procesal del por entonces jefe de la Unidad, el comisario retirado Fernando Rivero; Franco señaló que “también esos presos fueron golpeados, nosotros no pero otros penitenciarios participaron y les dieron cachetadas, patadas”, enumeró.
Oficial reclama revisar su condena

Asimismo el exoficial César González planteó directamente su inocencia en relación a la condena impuesta, por la cual ya presentó un recurso de revisión ante el Superior Tribunal. “Ese día estaba de oficial en servicio designado a las actas de requisa por celda individual, yo declaré y desconocía, aporté las pruebas; en ese lugar estaba designado el oficial Lazzarini quien hoy está postrado, y habría contado su verdad” dijo, señalando que no estuvo en el lavadero donde se dieron los incidentes.

“A mí me responsabilizan como el oficial jefe de procedimiento, y ahora el fiscal Quadrini pide por Rivero, soy el pato de la boda por que ese día realicé entre 25 y 30 actas con 2 a 3 minutos entre celda; ofrecí las actas de requisa como prueba, el único que me identificó fue un preso que luego se desdijo” dijo, agregando sobre las causas de su condena que “sinceramente no entiendo, me desempeñé en áreas claves, tenía experiencia y buen trato con los presos”.

En cuanto al recurso presentado para que se revea su condena, González agregó que “tengo todas las pruebas en mano, acá el que tendría que estar sentado es Lazzarini; presenté recurso de revisión ante el Superior Tribunal de Justicia, no me contestan; han investigado mal y hoy no saben qué hacer y yo por todo esto hasta perdí mi familia, hace más de dos años no veo mi hija, tenía mujer, tenía una carrera y lo perdí todo”, reclamó.
Segundo juicio

Entretanto el fiscal Mayor Guillermo Quadrini ya solicitó la elevación a juicio de la segunda causa por torturas, en la que pide además imputar al jefe de la Unidad de Detención por ese entonces, comisario Fernando Rivero, como responsable de no haber hecho cesar los tormentos contra otros seis reclusos que estaban ese día en el lavadero.

La decisión está en poder del juez de instrucción Andrés Leonelli, quien debe resolver la situación procesal del hoy retirado Rivero, y luego confirmar la elevación a juicio de esta causa que podría sumar más años en cabeza de estos tres penitenciarios quienes, desde prisión, claman por su inocencia y contra la investigación judicial que los condenó.

 

De izquierda a derecha: Fernández, Franco y González; ya llevan tres años de encierro en la Unidad de Detención para personal de fuerzas de seguridad.
De izquierda a derecha: Fernández, Franco y González; ya llevan tres años de encierro en la Unidad de Detención para personal de fuerzas de seguridad.